Dom. Abr 28th, 2024

Los accidentes de tráfico, con sus consecuencias devastadoras en la salud, la sociedad y la economía, constituyen un desafío de gran magnitud en España y en todos los países del mundo. Si bien múltiples factores contribuyen a estos siniestros, uno que ha cobrado creciente atención es el uso de medicamentos y su impacto en la conducción de vehículos. Es esencial que tanto los profesionales de la salud como la población en general estén plenamente conscientes de los riesgos asociados con ciertos medicamentos al volante.

Según la Memoria de 2022 del Instituto Nacional de Ciencias Forenses y Toxicología (INCFT), con los análisis toxicológicos de las muestras de personas fallecidas en accidentes de tráfico durante ese año, el 14% murieron por efectos de los psicofármacos. De un total de 854 conductores fallecidos analizados, más de la mitad (443) da positivo por consumo de alguna sustancia: 303 por alcohol (35%), 174 por drogas (20%) y 119 (14%) por psicofármacos.

«Hay un incremento de la presencia de todo tipo de psicofármacos respecto a otros años, especialmente los antidepresivos y los opioides. Lo estamos viendo en este tipo de muertes en accidentes de tráfico, igual que en los intentos de suicidio», explicó Antonio Alonso, el director del INTCF.

Fármacos: hasta un 10% de los accidentes de tráfico

Los medicamentos, aunque no son la principal causa de accidentes de tráfico, son un factor significativo a considerar. Se estima que entre un 5-10% de los accidentes pueden atribuirse al consumo de fármacos por parte del conductor, según cifras del Ministerio de Sanidad. Si bien muchos medicamentos son consumidos por personas que padecen enfermedades, es importante reconocer que ciertas patologías y sus tratamientos pueden afectar negativamente la capacidad de conducir de manera segura.

En España, donde aproximadamente 4.000 principios activos están disponibles en unas 10.000 presentaciones farmacéuticas diferentes (comprimidos, jarabe, gotas, etc.)., según el Ministerio de Sanidad, la atención a esta problemática ha llevado a la colaboración entre diversas entidades sanitarias, la DGT y el Ministerio del Interior.

Somnolencia, visión borrosa, mareos…

Es importante destacar que la administración de cualquier medicamento conlleva el riesgo de efectos adversos, muchos de los cuales pueden afectar la capacidad del individuo para manejar un vehículo de manera segura. La somnolencia, la dificultad para concentrarse, la visión borrosa y otros efectos secundarios pueden comprometer la atención y los reflejos necesarios para conducir de forma segura.

Entre los medicamentos que pueden afectar la capacidad para conducir se encuentran aquellos utilizados para tratar trastornos del sueño, ansiedad, depresión, epilepsia, dolor y alergias, entre otros. Es fundamental que los pacientes consulten a sus profesionales de la salud sobre los posibles riesgos al conducir al iniciar cualquier tratamiento medicamentoso.

El director general de la DGT, Pere Navarro, ha asegurado que «los psicofármacos también están relacionados con la siniestralidad vial. Tomamos muchos medicamentos que afectan a la conducción».

La importancia de los pictogramas de advertencia

Para identificar medicamentos que puedan afectar la conducción, se recomienda prestar atención a los pictogramas de advertencia en los envases y leer detenidamente la sección del prospecto que describe los posibles efectos adversos relacionados con la conducción. Además, es crucial ser consciente de situaciones que pueden aumentar el riesgo, como el consumo de alcohol, la fatiga y la toma simultánea de múltiples medicamentos.

Estos son los medicamentos que pueden provocar problemas graves durante la conducción, según explican desde el RACE.

Ansiolíticos: los efectos de los ansiolíticos en la conducción son la somnolencia, disminución de la atención y disminución de la capacidad de reacción.

Antidepresivos: entre sus efectos está el nerviosismo, ansiedad, somnolencia, alteración de la coordinación y visión borrosa.

Hipnóticos: producen somnolencia, disminución de la atención y disminución de la capacidad de reacción.

Antigripales y anticatarrales: somnolencia.

Analgésicos: ayudan a quitar el dolor, pero en cambio te pueden producir somnolencia, disminución de la capacidad de concentración y de reacción, mareos.

Antimigrañosos: somnolencia, mareos y debilidad.

Antialérgicos: somnolencia y visión borrosa.

Antipsicóticos: somnolencia, mareos, agitación y cansancio.

Antiepilépticos: somnolencia, mareos, visión borrosa, fatiga y sensación de debilidad.

Antiparkinsonianos: somnolencia, episodios repentinos de sueño, espasmos, visión borrosa y confusión.

Fármacos para evitar la diabetes: hipoglucemia.

Antihistamínico: somnolencia y capacidad de reacción reducida.

Recomendaciones para evitar accidentes de tráfico

Desde Línea Directa Aseguradora lanzan una serie de recomendaciones a la hora de tener que conducir y tomar medicamentos:

Sentido común: Consuma medicamentos solo con receta médica y si tiene alguna duda, consulte con él o con su farmacéutico. Nunca mezcle los medicamentos con alcohol o drogas, ya que puede resultar letal para la conducción.

El prospecto: Busque el pictograma sobre los efectos del medicamento en la conducción y, en caso de duda, pregunte a su médico o farmacéutico.

Si está conduciendo: Si nota somnolencia, visión borrosa o cualquier otra alteración de la percepción mientras se encuentra al volante, abandone inmediatamente la conducción y pida ayuda.

Cuidado peatones: Si nota algún efecto del medicamento, es recomendable no salir de casa o hacerlo acompañado. En el caso de que esté en la calle, es conveniente detenerse y esperar a que los efectos pasen. Recuerde cruzar siempre por el paso de peatones y cuando el semáforo esté en verde


Source: Coches

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por admin

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