De repente, de un día para otro, las torres con radares de muchas carreteras del norte de Italia comenzaron, en noviembre del pasado año, a aparecer destrozados. Los carabinieri llevan meses investigando quien puede estar detrás. Hay un nombre: ‘Fleximan’, que en realidad corresponde a la sierra radial que utiliza (o utilizan) para cortar las torres. Después deja un cartel reivindicativo, firmando la autoría y a veces avisando de futuras acciones.
Por el momento, nadie conoce la identidad de ‘Fleximan’, si es que es uno o son varios, o si era uno y luego llegaron los imitadores. Lo cierto es que en estos meses se ha ganado el aplauso de muchos italianos, todos aquellos que compran el argumento de que los radares no están para dar mayor seguridad a los conductores sino para que el Estado recaude. Por eso le llaman ya giustiziere degli autovelox (el «justiciero de los radares»).
Este miércoles, en las paredes de Padua apareció un grafiti homenaje a ‘Fleximan’ representado como la protagonista de la película Kill Bill, interpretada por Uma Thurman, con la katana en la mano y a su lado una torre con un radar derribado. El grafiti se ha pintado —el autor es el artista Evyrein— a menos de cien metros de la Jefatura de Policía de Padua.
Hay que tener en cuenta la disidencia de la gente. Si hay quienes llegan tan lejos no podemos ignorarlos»
Por ahora, las autoridades han sabido de al menos 14 golpes de ‘Fleximan’; 14 radares puestos fuera de servicio con dos cortes y en un momento. El último fue también este miércoles. En la carretera provincial 46, en el municipio de Villa del Conte, en Padua, y pegado con cinta adhesiva también apareció un mensaje reivindicativo: «Fleximan sta arrivando» (Fleximan está llegando).
Muchos de esos radares no volverán. La alcaldesa de Villanova y presidenta de la Federación de Municipios de Camposampierese, Sarah Gaiani, ha explicado que los que han sido derribados en su territorio probablemente no se reinstalarán. «Hay que tener en cuenta la disidencia de la gente. Si hay quienes llegan tan lejos no podemos ignorarlos», ha declarado al Corriere del Veneto.
Primer ‘Fleximan’ identificado
Un hombre de cincuenta años, trabajador, sin mujer ni hijos y residente en Druogno es el primer ‘Fleximan’ identificado y denunciado por la policía. Sólo con la fuerza de sus manos habría destruido dos postes de detección de velocidad situados en la carretera estatal que atraviesa esa localidad en las montañas piamontesas de Val Vigezzo. Fue delatado por las cámaras de vigilancia de un club del pueblo y luego denunciado tanto por los carabinieri como por el ayuntamiento donde reside, según cuenta Corriere della Sera.
No nos explicó por qué destruyó los radares»
«Llevaba vaqueros y una chaqueta corta y caminó por la calle cerca de los velocípedos y luego, tras acercarse primero a uno y luego al otro, los destrozó y se alejó«, narra el alcalde de Druogno, Marco Zanoletti. El valor de los daños se estima en más de 2.000 euros.
«No nos explicó por qué destruyó los aparatos», cuenta Zanoletti. «Puedo decir que con parte de la recaudación de las multas también ayudamos a la Cruz Roja del Valle, desde luego no se utilizan para hacer caja», asegura el alcalde.
Un fenómeno que ya es comercial
Pero todo apunta a que no hay un ‘Fleximan’ sino varios. En la región del Véneto se está llevando a cabo una intensa búsqueda. De Treviso a Padua, pasando por Rovigo, la policía analizan los datos de decenas de miles de matrículas grabadas por las cámaras de vigilancia, relata el Corriere. «El Arma está ahí y hará su parte para averiguar quién ha cometido delitos», afirma Michele Cucuglielli, comandante provincial de los carabinieri en Padua.
«Tan escurridizo como Lupin, tan vengativo como Robin Hood, tan implacable como Anonymous. Vengado por tiktokers, youtubers, políticos locales», escribe Massimo Pisa en La Repubblica. Fleximan se ha convertido en algo más de un símbolo de rebelión contra los «radares recaudatorios».
Ya es también un fenómeno de marketing sin precedentes. En las redes se observa una no disimulada admiración. En Internet, en los principales sitios de comercio electrónico, proliferan ya camisetas, sudaderas y gadgets dedicados al justiciero de la sierra radial. Los precios oscilan entre los 17 euros de un chaleco con la imagen de una motosierra y los 32 por una sudadera con capucha a lo «superman», como la de arriba.
Los disfraces de Carnaval aún no están a la venta en Internet, pero en Italia ya hay quien vaticina que, en los próximos días, no faltarán disfraces irónicos dedicados a ‘Fleximan’, cuentan medios locales como Treviso Today. Después de todo ya se ha convertido, a todos los efectos, en un heroe/villano nacional.
¿A qué se arriesga los ‘Fleximan’?
Original o copia, ‘Fleximan’ y sus imitadores pueden ser acusados de apología del delito, previsto y sancionado por el código penal italiano, según ha advertido el fiscal de Treviso, Marco Martani. Según las leyes italianas, la destrucción de un radar de trafico implica varios tipos de delito pertenecientes tanto al Código de la Circulación como al Código Penal (dentro de éste puede configurar diferentes delitos).
Martani pone el acento en que ‘Fleximan’ ha conseguido tener muchos imitadores; es decir, habría apología del delito. En Italia, la incitación a delinquir está penada con la reclusión de uno a cinco años, si se trata de incitación a cometer delitos. Si se trata de incitación a la desobediencia, la pena es de reclusión de hasta un año o una multa de hasta 206 euros.
Source: Coches