Sáb. Nov 2nd, 2024

Los espejos retrovisores son uno de los mayores garantes de la Seguridad Vial. En España, la Dirección General de Tráfico (DGT) establece que son obligatorios llevarlos en los vehículos, sobre todo en los turismos, pero no basta con eso: hay que circular con ellos correctamente ajustados, ya que un mal posicionamiento de los mismos puede provocar un accidente al no ser consciente de lo que pasa detrás del coche durante el trayecto.

Por ello, la DGT se muestra intransigente en cuanto a estas piezas del coche: si no se llevan bien colocados, la multa asciende a los 200 euros, y si ni siquiera están presentes en la sanción es la misma, aunque las autoridades de tráfico incluso podrían inmovilizar el vehículo. Aunque circular con los retrovisores es algo que prácticamente todos los conductores tienen en la cabeza, hay veces que se olvidan de ajustarlos y tienen que regularlos en mitad de la marcha, lo que también acarrea una penalización económica. Pero, ¿de cuánto?

La atención permanente a la conducción

El art. 18.1 del Reglamento General de Circulación indica que «el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción», para que así «garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía». Esto también implica el mantenimiento en la posición adecuada los elementos del coche, incluidos todos los espejos retrovisores.

Por lo tanto, regular en marcha los retrovisores puede ser considerado como una infracción grave, ya que además de incumplir el art. 19.1 de dicha legislación, en el que se dicta que «la superficie acristalada del vehículo deberá permitir, en todo caso, la visibilidad diáfana del conductor […]», lo que también afecta a los objetos colgados del espejo interior, tampoco acata lo establecido en el 18.1, al obligar al conductor a distraerse de lo que todo lo que sucede en la carretera.

¿Cuál es la multa por colocar los espejos en marcha?

Al ser considerada una infracción grave, si un conductor es ‘cazado’ regulando los retrovisores mientras está circulando por una carretera, podría tener que abonar a las arcas del Estado una sanción de 200 euros, la misma cuantía que si se lleva algún espejo, roto o incluso con demasiada suciedad, ya que impediría una correcta visibilidad. Por lo tanto, regularlos antes de emprender la marcha ya no es solo una cuestión de seguridad, sino también de economía.


Source: Coches

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por admin