Jue. Nov 14th, 2024

Desde que se lanzó al mercado allá por el año 1984, el Renault Espace había sido uno de los referentes del segmento del monovolumen durante los 40 años que lleva existiendo. Sin embargo, para esta nueva entrega, la firma del rombo decidió terminar con esta larga historia y convertirlo en un SUV (otro más). Está claro que el segmento todocamino se ha comido a los monovolumenes, como también lo ha hecho con las berinas; y esto es una muestra más de ello.

El nuevo Espace es, en esencia, un Renault Austral alargado, de manera que pueda albergar en su interior dos asientos extra en la zona del maletero. Mide 4,72 metros de largo (14 centímetros menos que la anterior generación), 2,08 de ancho y 1,64 de alto; con una distancia libre al suelo de 18 centímetros.

Ahora bien, estas cifras, de entrada, ya llaman la atención y hacen creer en que el Espace nuevo ha perdido en habitabilidad con respecto al anterior, pero, tras probarlo durante una semana, ¿cuáles son nuestras conclusiones? ¿Qué nos gusta y qué no tanto del nuevo Renault Espace?

Lo que más nos gusta del Renault Espace

Empecemos por lo bueno, que no es poco; y lo primero a destacar es que, al tratarse de un Austral más largo, la base es excepcional. Porque el Austral es un coche que nos gusta muchísimo por construcción, por diseño, por tecnología, por conectividad gracias a su sistema Google integrado, por espacio, por consumos, por espacio interior, por maniobrabilidad… En resumen, es un SUV de lo mejorcito en calidad-precio y que además deja trabajo en nuestro país, pues se fabrica en España. Todo esto lo hereda también el Espace, solo que con un extra: tener dos asientos más en el maletero.

La segunda fila de asientos es corredera, como en el Austral, y puede reclinarse en diferentes ángulos de respaldo. Así, cuando el maletero no vaya cargado ni tenga las dos banquetas traseras en uso, los ocupantes de la segunda fila disfrutarán de un espacio para las piernas impresionante, digno de la primera clase de un avión. Y si se quieren utilizar las plazas del maletero, con que se eche algo hacia adelante la segunda fila, cabrán cómodamente tanto los de la tercera como los de la segunda fila en cuestión.

Otro de los puntos clave de este Espace es su bajo consumo y su mecánica híbrida. Con 200 CV de potencia, el SUV familiar de Renault ofrece unos consumos más que ajustados para su tamaño, peso y potencia. Durante nuestra semana de pruebas, en la que, como es habitual, hubo tramos interurbanos, tramos por el centro de Madrid y subidas a la sierra de Guadarrama, el consumo mixto fue de nada menos que 5,7 l/100 km; una auténtica pasada para un coche de casi 4,8 metros de largo. Además, al ser un híbrido, el Espace luce la etiqueta medioambiental Eco de la DGT en su parabrisas. Otro plus.

También sorprendente en el nuevo Espace, además de su impresionante confort interior y espacio, es el manejo. Cuenta con el sistema 4Control de Renault, como su hermano el Austral, que hace que las cuatro ruedas del coche sean directrices, por lo que giran también las traseras para hacer mucho más sencillas las maniobras. Es impresionante ver lo fácil que gira y el poco espacio que necesita para dar la vuelta, tras estar con él una semana, el paso a un coche ‘normal’ se nos ha hecho extraño, la diferencia es más que notoria; y más si es el coche es grande, como es el caso del Espace.

Podría estar un buen rato más hablando de las virtudes de este coche que, como ya he mencionado anteriormente, parece hacer bien todo, o casi todo; porque es confortable, va bien de suspensión, de chasis es correcto, la respuesta del motor es adecuada para el uso familiar al que está destinado, es amplio, etc. Ahora bien, el precio ya es más discutible, lo vamos a poner en la parte de cosas que nos han gustado porque, aunque no es un coche barato, no ha subido de precio con respecto a la generación anterior, y eso ya es decir con cómo está el panorama. El actual, híbrido con 200 CV y etiqueta Eco, arranca en 42.253 euros, mientras que la anterior generación, que seguía siendo monovolumen, también con 200 CV pero diésel y con etiqueta C, lo hacía en 2018 en 43.300 euros.

¿Qué podría mejorar?

Como con todo, por mucho que te guste algo, siempre podrás sacarle pegas y elementos a mejorar, y el Renault Espace no es una excepción.

Lo primero que no nos termina de convencer es lo más evidente de su novedad: que sea un SUV. Sí, la fiebre de los SUV está desatada y las marcas, como empresas que son, buscan sacar el mayor rédito a sus productos, por lo que si no se venden los monovolúmenes, habrá que buscar lo que sí vende. Sin embargo, creemos que un monovolumen tiene todo el sentido del mundo para una familia numerosa, bastante más que un SUV, por amplio que sea. El Espace es la clara muestra de ello.

En su presentación internacional en París, a la que asistimos, tenían allí expuestas todas las generaciones, y entrando en cada una de ellas y sentándonos en todas sus plazas, quedaba claro desde el primer momento que este nuevo Espace ha renunciado a espacio en su interior, no tanto para las plazas delanteras o centrales, que son excelentes, sino en las del maletero, que son ahora mismo únicamente para niños. Pero es que precisamente esto es lo que diferenciaba a un Espace de un Kadjar, por ejemplo, tener una fila más de asientos. Si lo que acabamos teniendo es una fila muy justa y en la que irán únicamente niños y tampoco durante un viaje extremadamente largo porque la banqueta y el suelo están muy cerca y las piernas van muy altas, no tiene tanto sentido como debería.

Otro de los factores que vemos algo limitado en el nuevo Espace es su maletero. Esto va unido a la pérdida de espacio mencionada, puesto que si colocamos los asientos de la tercera fila en uso, el maletero se reduce a unos cortos 159 litros (la anterior generación 245 litros), insuficiente hasta para llevar una compra del supermercado para una familia grande. Además, la bandeja enrollable que cubre el maletero, no tiene lugar donde almacenarse, por lo que si tenemos que hacer uso de los asientos de la tercera fila, deberemos dejarla en casa o llevarla ocupando el pequeño hueco de maletero (159 litros) que tenemos libre.

Ahora bien, a pesar de estos pequeños fallos o pasos atrás con respecto a la generación anterior en cuanto a habitabilidad, el Espace es una solución perfecta para muchas familias que harán de esos asientos supletorios un uso esporádico y no diario. A cambio, el nuevo Espace es mucho más coche que antes, con unas sensaciones y una calidad que se ha elevado notablemente y con unos consumos y unas prestaciones muy mejoradas también. Es un coche muy a tener en cuenta si puedes permitírtelo y buscas un familiar amplio, bien hecho, con etiqueta Eco y consumos ajustados.


Source: Coches

Share Button

por admin