En España, suele ser habitual observar, sobre todo en las grandes ciudades, cómo algunos vehículos que se encuentran estacionados poseen más de una abolladura debido al descuido de otros conductores que no han circulado correctamente. Por ello, es recomendable, siempre y cuando lo tengamos al alcance, no dejar aparcado el automóvil en la calle, de lo contrario podrías encontrarte, el día menos pensado, ante un escenario que no es precisamente agradable.
Jesús García, propietario de Colorbox Ponfe y con más de 15 años en el sector del motor, explica la frustración de sus clientes cuándo se encuentran ante tal situación: «La mayoría vienen frustrados porque no saben si se puede reparar o cambiar por otra pieza… la verdad es que esto tiene fácil solución y es lo mínimo que le puede pasar al coche».
Sin embargo, y tal y como se produzcan dichos golpes, pueden crear más de un ‘dolor de cabeza’ al dueño del vehículo si alguna pieza importante ha sufrido un daño de mayor gravedad. «Los coches actuales son todo plástico y todo vuelve a su sitio, pero cuando empezamos a desmontar hay muchas piezas que están rotas. Sensores, frentes, radiadores, piezas del motor…», aseguró Jesús.
¿Somos cuidadosos con la carrocería?
Por otro lado, los expertos también coinciden que, por norma general, los ciudadanos no son nada cuidadosos con la carrocería del vehículo. «Existen diferentes tipos de gomitas que se ponen en el filo de las puertas para evitar golpear o ser golpeado por el coche de al lado», añade el propio García como posible solución.
Asimismo, también habla sobre la forma en la que debemos lavar nuestro coche para evitar rozaduras y rayones innecesarios: «El principal enemigo de los vehículos son los autolavados con rodillos, que lo rayan completamente y en las pinturas oscuras se notan mucho más. La pintura se vuelve mate y le salen pequeños arañazos que la exponen mucho más al sol».
¿Cómo lavar el coche correctamente?
Jesús García, además, explica que la cera carnaúba es un producto que nos ayudará a evitar todo tipo de arañazos por su «crema protectora» y recalca que se utilicen productos especializados para el lavado del vehículo: «No vale una bayeta normal que tengamos por casa, hay que utilizar paños de microfibra. El limpiacristales debemos de reservarlo solo para cristales, ya que cuenta con partículas que dañan la carrocería«.
Por otro lado, advierte de que el «sol» puede convertirse en uno de los principales enemigos de los automóviles: «La radiación ataca a la pintura de los techos, al capó, aletas traseras y parte superior del maletero». Por ello, las «ceras» ayudan a alargar la vida útil de la pintura. «Con el paso de los años, la única solución posible es un repintado de las zonas afectadas», agrega.
Por último, también hizo referencia al cuidado de los faros y a las posibles soluciones para evitar que cojan un color «amarillento»: «Los coches antiguos traían los faros de cristal y nunca se ponían amarillos, mientras que los modernos, al ser de plástico, son mucho menos resistentes a la luz solar«.
Source: Coches