Sáb. Oct 5th, 2024

F. P.

  • El primer día laboral ha estado marcado por la confusión y las quejas de los viajeros que han saturado los autobuses especiales a primera hora. 
  • La falta de una línea de autobús que haga un trayecto completo parecido al de la línea 1 ha sido una protesta recurrente. 
  • El comienzo de los trabajos en pleno verano ha favorecido que no se hayan producido grandes atascos en la capital.

Autobús Atocha-Sierra de Guadalupe

El primer día laboral después del cierre parcial por obras de la línea 1 de Metro de Madrid ha estado marcado por la confusión y las quejas de los viajeros, que han saturado los servicios especiales de autobuses a primera hora de la mañana. No en vano, se trata de la segunda línea más transitada del suburbano, con una media de más de 230.000 viajeros diarios. 

Un buen ejemplo ha sido lo ocurrido este lunes en la estación de Atocha. Allí se concentra uno de los servicios especiales de la EMT, el que conecta la popular estación con Sierra de Guadalupe, con frecuencias de hasta tres minutos. «El servicio ha sido pésimo. He tardado más del doble de lo que lo hago habitualmente y encima me dejan en Atocha. Tengo que ir a Plaza de Castilla y ahora tendré que coger el Cercanías», se queja Paqui Rivas, de 52 años, nada más bajarse del autobús en el Paseo de la Infanta Isabel, en la acera del Ministerio de Agricultura. A su lado, varias personas esperan en una improvisada parada la salida del bus: «¡Aquí no es. Sale del otro lado!», grita a unos 20 metros una señora molesta por la escasez de información.

La falta de una línea de autobús que haga un trayecto completo parecido al de la línea 1 ha sido una protesta recurrente. «Lo lógico es que hubiese un servicio especial que hiciese el trayecto completo. Ahora me toca ir andando», explica  Itziar con un contrabajo a cuestas. «Ahora tengo que salir de casa una hora antes. Trabajo cerca de la Gran Vía, pero el autobús me deja en Atocha. No hay una alternativa directa. Tampoco se ha informado bien», dice resignado Edwin, que vive en Vallecas, la zona más afectada por el cierre parcial de 25 de las 33 estaciones de la línea. 

En este distrito, los autobuses han viajado a primera hora de la mañana saturados de gente desde la parada de Portazgo hasta su llegada a Atocha. Algunos usuarios han denunciado que han tardado 30 minutos en un trayecto de apenas 15. «Los autobuses de los servicios especiales han ido bastante llenos por la mañana, pero era lo esperado para un operativo de esta magnitud», señalan fuentes sindicales de la EMT, que reconocen también alguna pequeña incidencia sin especificar en la línea 37, que cubre el trayeco entre Cuatro Caminos y Puente de Vallecas. Hasta 60 autobuses estaban previstos para reforzar el servicio de autobús.

No ha habido, sin embargo, grandes atascos. El retraso en dos ocasiones del inicio de las obras ha favorecido que las incidencias haya sido mínimas, ya que los trabajos han comenzado en pleno verano, cuando hay ya miles de madrileños de vacaciones. Esta situación hubiese sido distinta a buen seguro si los trabajos hubieran comenzado el 21 de mayo, como estaba previsto, o el 18 de junio, fecha a la que luego se retrasó.

La Comunidad habla de «absoluta normalidad»

Tampoco ha habido incidencias destacables en Metro y Cercanías debido a la fecha de inicio de los trabajos, que concluirán en principio el 12 de noviembre y que servirán para mejorar 13,5 de los 23 kilómetros del túnel. «Se nota bastante que la gente se ha ido de vacaciones. Veremos que pasa en septiembre«, señalan desde UGT, que reivindica que la obra debería haberse hecho por tramos.

Según la Comunidad de Madrid, esta primera jornada laboral ha transcurrido con «absoluta normalidad». «odos los autobuses, sobre todo en el sur, han sido capaces de absorber a todos los pasajeros», ha afirmado el consejero regional de Transportes, Pedro Rollán.

Source: Coches

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por admin