Todo el mundo espera pasar la ITV con un resultado favorable, ya que de lo contrario el uso del coche podría verse limitado a ir al taller para arreglar los fallos detectados y tener que volver a la estación. En el caso de recibir una calificación desfavorable en la ITV o suspenderla y coger el coche de todas formas, podemos recibir una multa de hasta 200 euros.
Las condiciones de varios sistemas y elementos del coche, como los frenos, las luces, las ruedas o el sistema de gases y emisiones son determinantes para tener éxito en la ITV y evitar problemas. Así, una pequeña revisión antes de acudir a la estación puede ayudarnos a aprobar esta inspección.
De las luces al motor
Empezamos por el sistema de alumbrado y comprobamos que todas las bombillas funcionan correctamente, no hay ninguna torcida o con un color distinto al especificado en el manual. Habrá que revisar también el estado de los neumáticos: si están alineados, el dibujo tiene más de la profundidad mínima legal…
Habrá que echar un vistazo igualmente a los niveles de los líquidos, como el aceite del motor, y purgar el sistema de escape, sobre todo si tenemos un coche diésel. Arrancar el coche y acelerar a fondo en intervalos de 30 segundos ayudará a eliminar algo de la carbonilla acumulada. También es conveniente revisar el interior, comprobar que todos los cinturones funcionan perfectamente y desbloquear el seguro de las puertas.
Por último, habrá que acudir a la ITV con el motor caliente para que el sistema de emisiones funcione en su rango óptimo y no olvidarse ningún documento en casa y recordar que es obligatorio disponer de un seguro obligatorio de daños a terceros como mínimo para poder circular.
Source: Coches