Mié. Abr 24th, 2024

LEIRE PÉREZ

  • Un conductor que consuma cocaína necesita casi 5 metros más para frenar que los 29,5 metros que recorre un conductor en condiciones normales.
  • En los últimos cuatro años, el 16% de los conductores fallecidos iba drogado.
  • Conducir bajo los efectos de las anfetaminas hace que nuestra efectividad en la toma de decisiones al volante disminuya un 64%.
  • Todas estas conclusiones se pueden ver en el estudio La influencia de las drogas en los accidentes de tráfico 2012-2015, elaborado por la Fundación Línea Directa.

Test de drogas a un conductor

En los últimos cuatro años, desde 2012 hasta 2015, ha aumentado en un 7% el número de fallecidos en carretera por consumo de estupefacientes. Es un dato que puede verse en el estudio La influencia de las drogas en los accidentes de tráfico 2012-2015, elaborado por la Fundación Línea Directa en colaboración con Fesvial. Además, en esos últimos cuatro años el 16% de los conductores fallecidos iba drogado.

Las drogas afectan significativamente a temas tan críticos para la seguridad vial como el tiempo de reacción que afecta a la distancia de frenado. Un conductor en condiciones normales, sin consumir ningún tipo de estupefaciente, y a 60 km/h necesita 29,5 metros para frenar, según indica el estudio elaborado por la Fundación Línea Directa. En cambio, un conductor que haya consumido cannabis necesita casi 3 metros más para frenar (un 10% más) y si ha consumido cocaína necesita casi 5 metros con respecto a los 29,5 metros (un 15,6% más) para frenar.

Las drogas afectan significativamente a temas tan críticos para la seguridad vial como lo es la distancia de frenado. Un conductor en condiciones normales y a 60 km/h necesita 29,5 metros para frenar. En cambio, un conductor que haya consumido cocaína necesita 5 metros más (+15.6%) para frenar y casi 3 metros más (+10%) en el caso del cannabis.

Además, por tipología de drogas, las anfetaminas son las sustancias que más perjudican a la conducción, ya que, tras su ingesta, la efectividad en la toma de decisiones disminuye hasta un 64%. En el caso de la cocaína, la pérdida de efectividad es de hasta un 46%. Algunas de las tareas básicas afectadas son la valoración de la distancia en los adelantamientos, la detección de los pasos de peatones, el cálculo de la distancia de seguridad y la alteración en la capacidad visual. 

Las anfetaminas son las sustancias que más perjudican a la conducción, ya que, tras su ingesta, la efectividad en la toma de decisiones disminuye un 64%. En el caso de la cocaína, la pérdida de efectividad es de un 46%. Algunas de las tareas básicas afectadas son la valoración de la distancia en los adelantamientos, la detección de los paso de peatones, el cálculo de la distancia de seguridad y la alteración en la capacidad visual.

Para testar cómo influyen las drogas en la conducción, la Fundación Línea Directa ha comprobado en un circuito cómo se reducen las capacidades de un conductor que está bajo los efectos de diferentes sustancias ante distintas situaciones que se pueden dar en la carretera.

Conducción bajo los efectos del cannabis

En este vídeo se ha simulado la conducción bajo los efectos del cannabis. Se han utilizado unas gafas que llevan una franja de visión horizontal para generar movimientos descoordinados y al conductor se le han puesto pesos en las muñecas para ralentizar la reacción, como ocurre bajo los efectos del cannabis. Algunos de estos efectos son una alteración de la percepción del tráfico (colores, tiempo, espacio…), falta de concentración, aumento de la somnolencia y un aumento del tiempo de reacción. Al conductor del vídeo se le pide que conduzca en zigzag, atraviese una glorieta, tome una curva y haga una frenada con esquiva.

Conducción bajo los efectos de la cocaína

En este otro vídeo se han simulado los efectos de la cocaína al volante. Para ello se ha utilizado un parche para provocar la dilatación de las pupilas; de esta forma se simula la alta exposición al deslumbramiento que genera el consumo de cocaína. Además, el copiloto realiza preguntas de respuesta fácil que simulan la distracción del conductor. La cocaína produce efectos como agresividad y competitivad, provoca una sobrevaloración de las capacidades y altera la percepción del entorno. También genera una falta de concentración, dilata las pupilas, escozor en los ojos y una sensación de quemazón en la nariz con tocamientos constantes. Al conductor del vídeo se le pide que conduzca en zigzag, atraviese una glorieta, tome una curva y haga una frenada con esquiva.

Cazados por la DGT

En estos vídeos se puede ver cómo el helicóptero de la Dirección General de Tráfico (DGT) captura el momento en el que varios conductores están manipulando y consumiendo todo tipo de drogas al volante.

En las imágenes se percibe cómo estos conductores quitan las manos del volante para centrarse en la preparación de la droga o incluso recurren a las manos del copiloto para llevar el volante.

Source: Coches

Share Button

por admin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *