Las prórrogas aplicadas a todos los vehículos que habían visto caducar su ITV durante estas dos semanas de bloqueo de la actividad productiva y de servicios han llegado justo para desahogar a las estaciones técnicas, que se enfrentaban a cinco millones de revisiones vencidas solo en el mes de mayo.
Pero estas ampliaciones de los plazos para actualizar las Inspecciones Técnicas no llegan sin más. Tal y como ha avisado la Organización de Consumidores y Usuarios, la aplicación de estas prórrogas a la fecha de caducidad no tendrá validez a la hora de calcular la nueva fecha en la que se debe acudir a pasar la próxima ITV.
Las inspecciones técnicas tienen una validez de un año si los vehículos tienen más de 10 años de antigüedad y de dos años si tienen entre 4 y 10 años. Según la situación que plantea la OCU, un coche de 11 años, que tuviera de prórroga hasta el 1 de julio para renovar la ITV que caducó el 20 de marzo, el año que viene debería acudir a un centro de inspección el 20 de marzo, independientemente de la ampliación de la validez, acortándose esta 3 meses (en este ejemplo práctico).
La OCU aprovecha así para anunciar que dirigirá una petición al Ministerio de Industria para que la nueva fecha de caducidad se establezca en relación a la validez prorrogada. El argumento que esgrimen es que los requisitos técnicos, de mantenimiento y seguridad son los mismos en ambos casos.
Además, se reclama que los conductores deberían pagar las mismas tasas a la hora de renovar la ITV por unos plazos de validez mucho más cortos de los habituales. Cabe recordar que las tasas de las inspecciones no cuestan lo mismo en todo el territorio español y varían también dependiendo de la motorización y combustible del coche.
Source: Coches