Sáb. Oct 5th, 2024

Aunque hablar de una década en el mundo del automóvil es mucho, si nos remontamos diez años atrás veríamos que varias marcas tenían en la gama propuestas perfectamente clasificables como vehículos todoterreno por sus formas y orientación, aunque no fueran muy especializados, pero hoy el fenómeno SUV los ha engullido y ha “suavizado” el concepto aún más para llevarlo a un cliente generalista, que es lo que toca.

Afortunadamente, hay fabricantes que, aunque sea bajo el paraguas de los SUV, ofrecen ese “plus” que permite un uso solvente fuera de carretera. Es el caso de Subaru con el Forester, un modelo que se lanzó hace ya un cuarto de siglo y que hoy se sigue mostrando como un coche grande y robusto que no deja de lado la tracción total ni la mecánica bóxer (de cilindros opuestos) con la que nació. Todo ello mejorado con una tecnología híbrida que aquilata el consumo y además permite clasificarlo con la etiqueta Eco de la DGT, con las ventajas impositivas y de movilidad que eso lleva aparejado.

Hablamos de un SUV compacto de los grandes, con más de 4,6 metros de largo y una estética puesta al día con una nueva parrilla negra y ópticas más modernas, pero sin dejar de lado detalles como los protectores inferiores que tanto enfatizan su figura.

Es un coche ideal para familias, ya que tiene bastante amplitud en todas las plazas, el interior es modulable y dispone también de un maletero de 509 litros de capacidad.

El sistema híbrido autorrecargable que impulsa a este modelo está conformado por un motor de 2 litros bóxer de 150 caballos y un propulsor eléctrico de 12,3 kW. Junto a ellos hay una pequeña batería de 0,6 kWh que, cuando está cargada, aporta suficiente energía para que el coche funcione en modo eléctrico en pequeñas maniobras y durante aproximadamente 1,6 kilómetros si no se superan los 40 km/h, además de asistir al motor térmico cuando se necesita potencia. El sistema actúa de forma automática. Por su parte, el cambio, también automático, es por variador continuo.

Todo bajo control

El puesto de conducción ofrece una posición elevada y los asientos son bastante cómodos. El cuadro de mandos es analógico, con los clásicos relojes, pero entre ellos hay una pantalla digital con información básica de conducción. En el centro del salpicadero su ubica la pantalla de 8 pulgadas del sistema multimedia, muy fácil de utilizar y compatible con los sistemas Apple CarPlay y Android Auto, y en la parte superior hay una tercera pantalla que aporta información sobre consumo, el estado de activación de las ayudas de seguridad del paquete Eye Sight o parámetros útiles en conducción off road como el ángulo de inclinación del coche.

Y es que el valor añadido de este modelo es la inclusión, de serie, del sistema de tracción total simétrica S-AWD, un desarrollo que proviene de muchos años de experiencia, incluso en el mundo de la competición. Adicionalmente, a través de un mando circular en la consola central, se pueden seleccionar dos programas específicos X-Mode para condiciones de nieve o tjerra (Snow/Dirt), por un lado, o nieve profunda y barro (Deep snow/Mud) por otro, y también cuenta con un sistema de control de descensos (Hill Descent Control) para mantener una velocidad constante en bajadas con inclinación pronunciada. Estas capacidades, unidas a una altura al suelo de 220 milímetros, permiten un desempeño fuera de carretera más que interesante.

Dentro y fuera del asfalto

Nuestra prueba tuvo como punto de partida la ciudad, donde el coche ofrece un funcionamiento suave gracias al motor eléctrico, pero en la práctica dura poco. Además, hablamos de un conjunto de 4,6 metros con una maniobrabilidad justa para calles estrechas. Por contra, es un coche alto y con mucha visibilidad para controlar el tráfico y todo lo que nos rodea.

En carretera ya toma protagonismo el motor térmico, que aunque tiene potencia la aporta de una manera demasiado progresiva. Desde el volante se pueden seleccionar los modos Intelligent (para primar el ahorro de combustible) o Sport (deportivo), pero el Forester no brilla por prestaciones fulgurantes. Eso sí, es destacable el confort de marcha, sobre todo en autovías y autopistas, y también cómo se desenvuelve por los caminos, que parecen hechos para él por la facilidad con la que se conduce por ellos, por muy rotos que estén.

En cuanto al consumo, durante nuestro test hemos obtenido la misma media que la homologada por Subaru: 8,1 litros a los 100 km, un apartado en el que no destaca especialmente a pesar de ser un coche híbrido.

Equipamiento muy elevado

El Subaru Forester tiene un precio de partida de 35.400 euros (acabado Sport Plus), en línea con otros SUV de tecnología híbrida y tracción total con similar tamaño, pero en este caso con un equipamiento de serie muy completo. Además de la tracción total con los perfiles X-Mode y el control de descensos, destacan los faros LED, barras en el techo, llantas de 17 pulgadas, sistema multimedia con pantalla de 8 pulgadas, climatizador o el paquete de seguridad Eye Sight, cuyo alcance y funciones han sido mejoradas con la última actualización.

La versión probada es la Executive Plus, cuyo precio asciende a los 39.900 euros y agrega, por ejemplo, techo solar, sistema de acceso y arranque sin llave, reglaje eléctrico de los asientos, portón con apertura y cierre automáticos y más funcionalidades de seguridad como el sistema de frenada de emergencia marcha atrás o la cámara de visión trasera. Cabe significar también el sistema de monitorización del conductor, que como hemos comprobado “vigila” cualquier distracción de quien está al volante y se complementa con una función para controlar el sistema de climatización por gestos.

FICHA TÉCNICA

Motor: gasolina, híbrido no enchufable.

Potencia (kW/CV): 110/150.

Cambio: Automático.

Largo (mm): 4.640.

Ancho (mm): 1.815.

Alto (mm): 1.730.

Maletero (litros): 509.

Velocidad máxima (km/h): 188.

De 0 a 100 km/h (seg.): 11,8.

Consumo medio (l/100 km): 8,1.

Emisiones CO2(gr/km): 185.

Precio (euros): desde 35.400.


Source: Coches

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por admin