El Toyota GR Yaris llegó al mercado como el ejemplo perfecto de ser ‘pequeño, pero matón’. Con sus 261 CV de potencia, su tracción total, su cambio manual y su desarrollo derivado directamente del modelo que preparaba la firma nipona para el Mundial de Rally, el GR Yaris encandiló desde el primer instante a todos los entusiastas del mundo del motor, con unas prestaciones de infarto y un conjunto general que hacía de él uno de los modelos más divertidos del momento. Además, en 2020, que es cuando apareció en escena, su precio de partida era de tan ‘sólo’ 32.900 euros. Una ganga para cómo están las cosas hoy en día y toda la ingeniería que tenía detrás; únicamente compartiendo los pilotos delanteros, los espejos y la antena con el Yaris corriente.
En 20Minutos ya probamos en su día al pequeño GR Yaris, pero ahora que han sacado su versión renovada, con 280 CV y distintos elementos nuevos, no podíamos dejar pasar la oportunidad de ver si desde Japón han sido capaces de mejorar algo que parecía difícil de hacer mejor. Estas son las claves de un modelo que, antes de entrar en detalles, yo tendría sí o sí en mi garaje.
1. Más potencia
Si con 261 CV el GR Yaris original corría que se las pelaba, ¿por qué no subirlo hasta los 280?, debieron pensar los maestros de Toyota. Y dicho, y hecho. Ahora, el coche se siente algo más ágil a altas velocidades, y con un poco más de empuje desde el principio, aunque es cierto que no hay una gran diferencia, pues sigue siendo realmente espectacular lo que empuja un coche tan compacto como este.
2. Su tracción total es una delicia
Lidiar con toda esa potencia parece tarea sencilla porque tenemos un sistema de tracción integral que maneja de forma espectacular todo el par y prestaciones que esconde su pequeño motor de tres cilindros. El coche es un espectáculo en curva, haciendo que te lo pases como un niño enlazando y trazando curvas por un puerto de montaña. Y todo ello sin la sensación de ir por encima de tus posibilidades, porque si algo es el GR Yaris, es intuitivo. Es realmente fácil pasarlo bien con él sin acercarte a su límite, lo que hace que sea un vehículo al que los expertos podrán sacarle mucho potencial, pero al que los menos experimentados, también podrán llevar a puntos altos de diversión con relativa seguridad.
3. Su cambio
En la anterior generación sólo estaba disponible con un cambio manual de seis relaciones, un cambio que sigue estando en la gama y que se ha mejorado para reforzarlo. Sin embargo, con esta actualización, Toyota ha introducido una caja automática que, según tenemos entendido por otros compañeros que lo han probado, funciona de maravilla. Nosotros sólo probamos el manual, con el que yo me quedaría por encima del automático por el hecho de ser una delicia de cambio, con un tacto duro y corto, como de coche de carreras, y con el que es un disfrute constante ir cambiando de marchas. Un coche compacto de estas características pide a gritos una caja manual y un freno de mano convencional (como el que lleva). Al menos en mi opinión…
4. Su interior se ha mejorado mucho
El interior era una de las críticas más repetidas en la anterior generación. La posición del asiento del conductor, demasiado alta, y la poca visibilidad que dejaban una pantalla central colocada muy arriba y un espejo interior colocado muy abajo, hacían que la experiencia perdiese mucho a bordo.
Sin embargo, los japoneses han sabido escuchar a la perfección la crítica de los clientes y, en esta segunda versión del GR Yaris, el asiento puede bajarse mucho más cerca del suelo y la zona del salpicadero se ha renovado por completo, con una consola con la pantalla mucho más abajo y con un aspecto de coche de competición, un espejo mejor aprovechado en su altura y un tacto general que hace que el coche se sienta más preparado para la acción. Ahora sí parece un coche deportivo en su interior.
5. Su sonido es casi nulo
Pero no todo es bueno en esta actualización del GR Yaris. El sonido sigue siendo un auténtico ‘cortarrollos’. Esto puede parecer un tema menor, pero cuando se trata de un coche de estas características, deportivo y con aires de ‘joya’ del rally para la calle, es una auténtica pena que no suene absolutamente nada. Cuando la arrancas prácticamente no notarás diferencia con un Yaris corriente, y si le pisas bien algo más de ruido escucharás, pero no es precisamente bonito.
Este también es uno de los aspectos que se criticaron de la primera generación y, al menos en esto, Toyota no ha podido hacer por mejorarlo, porque las normativas de emisiones y ruidos que impone Europa, ya sabemos todos cómo funcionan… Sin embargo, el problema se soluciona con un escape ‘aftermarket’, mejorando mucho la experiencia; aunque tampoco sonará nunca un tricilíndrico como un V8.
6. El precio se ha disparado
Lo que empezó siendo un pequeño arma letal derivado del rally por poco más de 32.000 euros, se ha tornado en un aumento meteórico de su precio, tanto porque Toyota ha visto que puede por su tremenda popularidad, como también porque todo ha subido de forma impresionante en los últimos 5 años. Ahora, si queremos hacernos con uno nos costará, como mínimo de nada menos que 51.670 euros, prácticamente 20.000 euros más en un lustro.
Sigue siendo un coche espectacular y que, dentro de unos años, seguro que valdrá un buen dinero sólo por su exclusividad y su pedigree, como pasó con los Mitsubishi Lancer Evolution o Lancia Delta Integrale; pero ya está en un rango de precios que escapa a mucha gente, y más por lo poco práctico que es para el día a día, con una suspensión dura, un tacto general mucho más de competición, unos consumos que están en torno a los 10 l/100 km, etc.
Source: Coches