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- Beber alcohol aumenta la somnolencia, afecta a nuestras reacciones y los movimientos son más lentos.
- El primo del atleta español Hortelano, quien conducía, dio 0,53 miligramos de alcohol por litro de aire espirado.
- Esta cifra conlleva la multa de 1.000 euros y la retirada de seis puntos del carné, además de pena de prisión de 3 a 6 meses.
- ESPECIAL: Seguridad Vial.
Tras conocer que el conductor del accidente del atleta Bruno Hortelano, plusmarquista español de 100 y 200 metros, duplicó la tasa de alcoholemia permitada, consultamos al RACE cómo pudo afectar la ingesta de alcohol a su primo, que era quien conducía.
Cuando el alcohol se absorbe en sangre, las reacciones y movimientos son más lentos, aumenta la somnolencia, aumenta la fatiga muscular y los problemas de coordinación son mayores. También nuestra percepción de lo que nos rodea, tanto en la visión como en el sistema auditivo, se ve afectada. Por último, también impide realizar correctamente el cálculo de las distancias. Dichos efectos se ven potenciados si además se toma algún medicamento.
En estas circunstancias, el riesgo de accidente de tráfico se multiplica por 25 cuando la presencia de alcohol alcanza entre 1,5 y 2,4 gr/litro en sangre. Recordamos que en España está prohibido conducir con una tasa de alcoholemia por encima de los 0,5 gr/litro de alcohol en sangre (0,25 mg/l en aire espirado) y 0,3 gr/l (0,15 mg/l) en el caso de conductores noveles y profesionales.
Sanciones
Superar las tasas de alcoholemia citadas anteriormente en más de 0,25 mg/l y hasta 0,50 mg/l conlleva una sanción administrativa de 500 euros y cuatro puntos menos en el carné de conducir. Si se supera dicha cifra, como el caso del primo de Hortelano (0,53 mg/l), la multa será de 1.000 euros y la retirada de seis puntos del carné, tal como indica la Ley de Tráfico.
Además, desde mayo de 2014, aquellos conductores que reincidan y que sean sancionados por exceder la tasa máxima en el año anterior se le aplicará una sanción de 1.000 euros y la retirada de cuatro o seis puntos, en función del resultado del test de alcoholemia.
Conducir bajo los efectos del alcohol se puede considerar como delito tal y como recoge el capítulo IV del Código Penal. En el caso de conducir tras ingerir drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas conlleva pena de prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 30 a 90 días, y privación del derecho a conducir de uno hasta cuatro años.
Hay que considerar que si una persona se niega a someterse a las pruebas de alcoholemia también está penada con prisión de seis meses a un año y privación del derecho a conducir de uno a cuatro años.
Source: Coches
