Dom. Dic 22nd, 2024

A la hora de adquirir un coche hay que ser consciente de que no solo se paga su precio de venta. Durante la vida útil del vehículo habrá que afrontar y asumir una serie de gastos obligatorios (seguro, impuesto de circulación…) y otros que, pese a no ser obligatorios, son altamente recomendados. Se trata del mantenimiento preventivo del coche y de las operaciones relacionadas con él.

Hacer las revisiones, sustituciones y pequeños arreglos necesarios para que el coche funcione como la seda es una manera de conducir siempre seguros (ya que así evitaremos fallos graves durante la conducción), pero también es una forma de ahorrar. No en vano se llama preventivo.

Y es que descuidar las necesidades del vehículo durante su uso puede acabar provocando averías de miles de euros solamente por habernos ahorrado, en un momento puntual, unos pocos cientos. Desde la red de talleres de Euromaster explican, con cifras, a qué tipo de averías y gastos nos enfrentamos por no llevar al día el mantenimiento del coche.

Aceite

Es una de las partes más importantes de cualquier vehículo y, si no se renueva, el aceite irá perdiendo cualidades hasta generar problemas graves al motor e, incluso, provocar su rotura. Un cambio de aceite más filtros puede costar unos 80 euros, pero si no los pagamos y el motor termina averiándose por esta razón, el coste se puede disparar hasta los 4.000 euros si buscamos un motor de segunda mano e incluso hasta los 8.000 euros, siendo más rentable cambiar directamente de coche.

Correa de distribución

Es una parte primordial del vehículo y en el 95% de los casos su avería es sinónimo de una rotura de pistones, válvulas y culata, y en muchos casos, la rotura integral del motor. El precio de su sustitución oscila entre los 350-800 euros pero de romperse generaría una importante reparación de no menos de 1.500 euros, pudiendo alcanzar hasta los 4.000 euros en el caso de sustitución del motor con piezas de segunda mano.

Pastillas de freno

En el caso de no cambiarse a tiempo, se puede sufrir un problema grave de seguridad y, consecuentemente, dañar los discos de freno, provocando una avería más costosa. Además, en caso de apurar las pastillas, el sonido estridente que producen al rozar con el disco irá en aumento. Un juego nuevo de pastillas suele rondar entre 80 y 110 euros pero, si se dañan los discos, se multiplicará por tres el coste, hasta unos 300 euros.

Líquido de frenos

Suele estar expuesto a grandes cambios de temperatura por lo que un buen mantenimiento es imprescindible. Generalmente, se recomienda sustituirlo cada uno o dos años. Si el mantenimiento no es el correcto, además de tener problemas a la hora de frenar el vehículo a tiempo, corremos el riesgo de sufrir un posible daño a la bomba de freno, ya que el líquido de frenos lubrica piezas internas de la bomba de freno. Un cambio del líquido ronda los 45 y 70 euros pero si se daña la bomba del freno el coste podría ascender hasta los 600 euros.

Neumáticos y alineación

Este sencillo proceso permite que los ángulos de la dirección se ajusten a las directrices del fabricante y así garantizar la direccionalidad del vehículo y su buen comportamiento dinámico. Lo ideal es ajustar la dirección una vez al año pero, de no hacerse, un mal reglaje de la dirección disminuirá de forma importante la vida de los neumáticos, pudiendo incluso, reducir su vida útil en un 90% (además de afectar a la seguridad vial). El precio de una alineación ronda los 50 y los 70 euros, pero un juego de dos neumáticos puede ascender desde los 200 hasta los 500 euros en función del coche.

Carga del aire acondicionado

El aceite que lubrica el compresor del aire acondicionado está mezclado junto con el propio gas del aire que, de cambiar de temperatura al someterlo a diferentes presiones, tiene que lubricar el compresor. Los fabricantes recomiendan sustituirlo cada 2 y 4 años, una operación que cuesta entre los 50 y los 70 euros. Si el compresor se avería por no haber cargado el gas, la factura llegará a los 450 euros.

Refrigerante

Este líquido se encarga de absorber el calor del motor y disiparlo en el radiador. Si no es capaz de realizar este proceso, el propulsor sufrirá grandes daños, desde que se queme la junta de culata o, directamente, se gripe el motor. La sustitución del refrigerante cuesta entre 50 y 70 euros, mientras que una reparación de culata puede ascender hasta los 2.500 euros, según el modelo.


Source: Coches

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por admin