Las pick-up forman parte de la cultura popular americana desde hace décadas, siendo uno de los vehículos preferidos por los conductores de los Estados Unidos o Canadá, por ejemplo. Todos nos hemos criado viendo películas o series en las que el protagonista, el ‘malo’, el héroe o el villano, conducían una camioneta pick-up. Sin embargo, Europa no ha sido nunca un territorio en el que abunden este tipo de vehículos, más allá de ciertos lugares en las que han sido utilizadas como vehículos de trabajo. Esto parece estar cambiando poco a poco en los últimos tiempos, pues ya son muchas las marcas que se aventuran a ofrecer una pick-up en su gama, algunas desde siempre; otras desde hace menos. Ahí tenemos los ejemplos de la Hilux de Toyota, la Ranger de Ford, la L200 de Mitsubishi o la Navara de Nissan, entre otras; pero también tenemos la D-Max de Isuzu o la Musso de SsangYong, esta última, por cierto, la más barata que podemos comprar nueva en España actualmente.
Ahora bien, aunque estos son vehículos de gran embergadura en nuestras calles, poco tienen que ver con los tamaños de las que circulan por los Estados Unidos, por ejemplo. Y como en 20Minutos queremos probar todo tipo de vehículos, y a mi personalmente me llaman mucho la atención las diferencias entre Europa y América, hemos tenido como coche de pruebas nada menos que una de las pick-up más radicales y bestiales que se ofrecen en EE.UU.; la RAM TRX; modelo que, por cierto, también puedes tener en España de la mano de Amencars, que venden esta y otros vehículos americanos en nuestro país de manera totalmente homologada.
Para todos aquellos que no estén tan familiarizados con la cultura del país americano, no es nueva la manera de rivalizar que tienen entre marcas. Y nos referimos a que RAM no ha elegido el nombre TRX al azar, lo eligió con un significado y mirando claramente a Ford. Y es que la Ford tiene en su F-150 Raptor una de las pick-up más populares del planeta, y RAM no quiso sino pasarle por encima con su TRX (T-Rex). De hecho, hay en su interior alguna referencia con un T-Rex comiéndose un velocirraptor, o persiguiéndolo. Este tipo de ‘piques’ ya se han visto entre otros fabricantes a lo largo de la historia. De Tomaso ya sacó en su día el Mangusta para hacerle frente al Ford Mustang Shelby Cobra (las mangostas son depredadoras de las cobras). También hizo algo así Chevrolet con su Camaro cuando sacó la versión ‘The Exorcist’ que no iba dirigida a otro que al todopoderoso Dodge Challenger Demon.
¿Cómo es la RAM TRX?
Pero dejando de lado las batallitas y la historia, y entrando en la prueba de esta espectacular RAM TRX, empecemos por los detalles más básicos. Nada más verla impone a niveles que pocos vehículos lograrán en Europa. Sus dimensiones son absolutamente descomunales: 5,92 metros de largo, 2,27 de alto y 2,2 de ancho. Una salvajada auténtica para las carreteras, calles y aparcamientos de nuestro país. De hecho, en la gran mayoría de aparcamientos subterráneos no entra, el primero de sus inconvenientes en el día a día.
Esta bestialidad en cuanto a dimensiones choca en un primer momento cuando sales a la carretera y ves todos los carriles demasiado estrechos, pero es sorprendentemente fácil adaptarse a su volumen, y al final acabas haciéndote y no resulta ni complicado aparcarla. De hecho, nosotros hasta bajamos al centro de Madrid con ella un par de veces; y lo cierto es que las miradas de la gente son de lo más interesantes de analizar. He probado cientos de coches, pero pocos han conseguido girar tantos cuellos y causar tanta ‘admiración’ a su paso como esta RAM TRX. Supongo que es un conjunto de todo: su imponente tamaño, su rareza de ver por España, su ensordecedor sonido ronco…
El espacio interior es brutal
Dentro, el espacio interior es espectacular, sobre todo en anchura. Entre los ocupantes de las plazas delanteras hay tanto hueco que resulta hasta ridículo lo enorme que es el reposabrazos central. También impresiona el espacio en la segunda fila de asientos, con un hueco para las piernas increíble y tres plazas totalmente funcionales para adultos.
La zona de carga, bañera o caja, tiene unas dimensiones realmente generosas y, en el caso de la unidad de prueba, viene con una cubierta retráctil que puedes plegar para tapar o no la carga. Además, como subir y bajar de la misma resultaría complicado sin ayuda, RAM incluye un escalón retráctil de metal detrás de la rueda izquierda trasera, un elemento muy cómodo que hace que sea bastante más sencillo y confortable subir a la caja de esta bestia que al de las pick-up europeas, mucho más pequeñas.
En su habitáculo sorprende la calidad de los acabados. Es cierto que se trata de la versión más prestacional de la pick-up, pero encontramos muy buenos ajustes y materiales de primer nivel. Cuero, Alcantara, fibra de carbono, aluminio… Además, la tecnología también está a la orden del día, con una pantalla central en posición vertical que ofrece 12 pulgadas y que cuenta con Apple CarPlay y Android Auto.
La joya de la corona está bajo el capó
Pero lo que hace a esta RAM TRX especial es lo que esconde bajo su capó. Y es que la enorme pick-up de más de 3 toneladas monta un motor HEMI V8 de 6,2 litros Supercharged con nada menos que 702 CV de potencia y 882 Nm de par motor. A este se asocian una serie de elementos que buscan el máximo rendimiento, tanto dentro como fuera del asfalto. Hablamos de elementos como una caja de cambios automática de 8 marchas, una tracción total 4×4 con reductora y bloqueo del diferencial trasero, neumáticos off-road de 35 pulgadas, suspensiones Bilstein Blackhawk, refuerzos en el chasis, modos de conducción (Rocas, Mud/Sand y Baja) específicos para el todoterreno, y un largo etcétera.
Gracias a esto, la RAM TRX no sólo es una bestia en potencia y aceleración (0 a 100 km/h en 4,5 segundos y 190 km/h de velocidad máxima), sino también del off-road. Con una altura libre al suelo de 30 centímetros, unos ángulos de ataque, ventral y salida de 30,2; 21,9 y 23,5 grados respectivamente; y una profundidad de vadeo de 81 centímetros, este mastodonte sobrealimentado puede con (casi) todo.
Y a pesar de sus 702 CV y 3 toneladas de peso, lo cierto es que esta RAM TRX no nos hizo unos consumos tan descabellados como esperábamos. Vale, sí, no son los de un Toyota Corolla; pero con semejantes cifras, esas ruedas, ese peso y la aerodinámica de un ladrillo, el consumo medio que obtuvimos fue de unos 20 l/100 km, más que respetable si se tienen todos esos factores en cuenta; y más si tenemos en cuenta que un Alfa Romeo Stelvio Quadrifoglio de 510 CV y bastante menos peso, anda por ahí en uso real.
Es más fácil de lo que crees tener uno en España
Lo interesante de todo esto es que no sólo nosotros podemos disfrutar de conducir una de estas bestias americanas por España, lo cierto es que cualquiera con una capacidad económica algo generosa, puede hacerlo. Y es que tanto esta RAM TRX como otros coches tan icónicos como los Dodge Challenger y Charger, así como el Durango, y todos ellos con la posibilidad de tener la viriante Hellcat de 702 CV, están disponibles para comprar con todas las homologaciones pertinentes en Amencars, un concesionario situado en el municipio madrileño de Alcobendas que, para todo amante de la cultura automovilística estadounidense (como yo), debería ser parada obligatoria.
Así que sí, es posible tener un coche americano en España sin tener que importarlo tú y con todos los papeles y homologaciones en regla para circular sin problema (más allá del tamaño) por las calles de nuestro país. Eso sí, todo esto cuesta un dinero, y no es poco precisamente: la RAM TRX parte de los 139.000 euros (empresa) y se va hasta los 204.000 de la tope de gama con todos los extras y a nombre particular. Pero, y tú, ¿tendrías una bestia de este calibre en España si tuvieras el dinero que cuesta? Yo lo tengo claro…
Source: Coches