El mercado de segunda mano no solo tiene utilitarios y furgonetas para ofrecer. Las motos son vehículo muy demandado y, sobre todo, ha aumentado su uso en contextos urbanos porque suponen un ahorro en combustible, seguro y eliminan los problemas que sí dan los coches en ciudad, como el del aparcamiento.
Pero, como sucede con cualquier tipo de vehículo usado, es necesario ser precavido durante el proceso de compra y comprobar el estado de algunos componentes mecánicos de la motocicleta o ciclomotor para luego, a los dos meses, no llevarse un chasco al arrancarla.
La primera decisión que hay que tomar es elegir bien dónde se compra. En una tienda o concesionario especializado en vehículo de dos ruedas puedes encontrar una mayor seguridad, garantías y facilidades a la hora de tramitar la documentación.
Pero si, por el contrario, decides adquirir una moto a un particular, deberás estar atento y prestar atención a los siguientes consejos para que tu compra sea todo un éxito:
-Chasis y estructura. Comprueba que no hay soldaduras extrañas o golpes que puedan dar señales de que la moto ha sufrido algún choque.
-Piezas de goma. Revisa los puños, reposapiés, palancas y el asiento. Si están muy desgastados puede ser que la moto se haya utilizado más de lo que indican los kilómetros. Si están muy nuevos puede ser que los hayan sustituido recientemente.
-¿Dónde duerme? Ver el vehículo en la plaza de garaje en la que se aparca normalmente te podrá dar pistas sobre fugas de aceite.
-Arráncala tú. Una buena moto arranca siempre, si el propietario te habla de técnicas para encenderla empieza a desconfiar.
-Toca el motor. Si está templado probablemente la hayan arrancado antes de tu visita para que después sea más fácil. Si no tiene ninguna avería, la moto debería ponerse en marcha en frío sin problemas.
-Escape y aceite. Comprueba al arrancarla que echa bien el gas por el escape y revisa que los niveles de aceite estén correctos.
-Neumáticos y frenos. Mira si la medida de las ruedas es correcta o si las gomas están cristalizadas. Aprovecha este punto para revisar el estado de los frenos, aunque quizás esto sea más difícil comprobarlo a simple vista.
-La cadena. No debe presentar ningún signo de deterioro o enganches y los dientes de la corona deben estar sin torcer y no ser demasiado afilados. Puedes pedir una rebaja en el precio si esta parte no está en condiciones.
Source: Coches