El paso de los años hace mella en los vehículos y es necesario sustituir algunos de los componentes con el paso del tiempo. Las opciones del mercado son dos: se pueden adquirir piezas originales o, por otro lado, apostar por los recambios de desguace o segunda mano. Esta segunda alternativa es sensiblemente más económica pero algunos conductores no llegan a confiar del todo en estas piezas, sobre todo en lo que se refiere a los derechos del consumidor, garantía y devolución.
Sin embargo, no hay nada que temer: las piezas de segunda mano o de desguace sí disfrutan de garantía tras la compra. En concreto, y según el Real Decreto 1/2007 sobre la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, los plazos legales marcados para garantía de recambios usados son de un año.
Para que estos plazos sean efectivos, durante los primeros seis meses es obligación de la empresa demostrar que la avería no existía en el momento de la entrega de la pieza y en los últimos seis será competencia del comprador demostrar lo contrario. Dentro de la garantía debe estar incluido el precio de la mano de obra y de la nueva pieza.
Las piezas de desguace, o de segunda mano, tienen un precio en ocasiones un 70% inferior al de los recambios originales y pasan controles de calidad en el propio centro de reciclaje de vehículos, por lo que no deberían ocasionar a priori ningún tipo de problemas.
Para poder ejercer los derechos del consumidor, es importante adquirir este tipo de piezas en un Centro autorizado. Según el Real Decreto Real Decreto 20/2017, sobre el tratamiento de vehículos después de su vida útil, la compraventa de piezas por parte de particulares es ilegal. De este modo, las autoridades se aseguran que los recambios han pasado un control y no suponen un riesgo para la seguridad vial.
En el caso de querer devolver o cambiar una pieza defectuosa, el proceso se inicia haciendo uso de la garantía de un año antes mencionada y el centro debe ofrecer la posibilidad de reembolsar el dinero al conductor o propietario o sustituir el recambio por una nueva pieza.
Para ejercer los derechos correspondientes y disfrutar de la garantía, es imperativo solicitar algún tipo de factura o documento que acredite la transacción, con la fecha y la pieza en cuestión correctamente reflejados en él. De esta manera, será posible solicitar cambios, devoluciones u otros trámites relacionados con los desperfectos. De no disponer de este documento, es posible que el centro no se haga cargo de los problemas que pueda crear el recambio adquirido.
Como último requisito cabe destacar que, habitualmente, las piezas conocidas como ‘ de desgaste’ (es decir, neumáticos, bombillas, discos, pastillas de freno…) no disfrutan de garantía. Igualmente sucede con aquellas piezas que se hayan dañado al ser manipuladas incorrectamente fuera del centro autorizado.
Source: Coches