Desde hace 120 años, todos los vehículos españoles disponen de su propio carnet de identidad, único e intransferible, que permite reconocer el automóvil, saber quién es su dueño, si dispone de póliza de seguro o incluso si está dado de baja y no debería seguir circulando. Este DNI del motor es la matrícula y está formada por varios elementos con diversas funciones.
Hace ya 20 años que se aplica en España la normativa europea, que facilitó entre otras cosas el reconocimiento y la identificación de los vehículos dentro del espacio de la UE, según la cual las matrículas deben tener siempre tres elementos identificativos obligatorios.
Primero, a la izquierda, hay una banda azul con el símbolo de la Unión Europea y la primera letra del nombre del país al que pertenece el vehículo en cuestión. Lo siguen cuatro números, que van del 0000 al 9.999, por lo que se pueden obtener hasta 10.000 combinaciones diferentes. Hay que tener en cuenta que los números de matrícula no cambian: los diferentes vehículos mantienen siempre su número hasta que se dan de baja.
Y por último, hay una serie de tres letras con las correspondientes combinaciones comprendidas entre la BBB y la ZZZ. Dentro de esta clasificación están excluidas las consonantes dobles LL y CH y la Q y la Ñ, por ser fácil de confundir. Tampoco se utilizan las vocales, para evitar que fortuitamente se formen palabras con significado propio.
Las matrículas comunes que siguen la normativa europea son blancas con letras negras, con todos sus elementos escritos con el mismo espaciado y el mismo tipo de carácter y tamaño. Pero hay otra serie de vehículos cuyas placas identificativas tienen otros colores.
Los primeros, los taxis o VTC. Son de color azul y las letras están grabadas en blanco, para así distinguirse del resto de coches. Los automóviles que pertenecen a la Administración Pública no tienen colores diferentes pero sí que se diferencian por su combinación de letras y números, que son referentes del organismo al que pertenecen (Ejército o diversos cuerpos de policía).
Por último, los ciclomotores y remolques también disponen de placas propias con sus características particulares. Para los primeros, son amarillas con letras negras y tienen un tamaño rectangular alargado, diferente al de los vehículos. Para los remolques, la forma es igual y el color de la letra, pero el fondo es rojo. Además, no tienen el distintivo de la UE pero sí una letra inicial antes de los cuatro números.
Source: Coches
