La acción de limpiar nuestro vehículo con frecuencia se podría convertir en un hecho realmente importante, sobre todo, para alcanzar una máxima seguridad cada vez que recorremos las distintas carreteras de España.
Si la suciedad se va acumulando en el interior o exterior del coche, esta podría afectar directamente a la conducción por los malos olores y, además, dicha mugre se amontonaría en los resquicios más importantes del motor, provocando fallos en la parte más importante del automóvil.
Asimismo, un coche sucio también afectaría al rendimiento de los faros de iluminación, sensores, cámaras o cualquier tipo de ‘extra’ que equipe nuestro vehículo. Por ello, la acción más recomendable es limpiar con frecuencia el automóvil en diferentes puntos de lavado, ya sea a mano o autolavado, para evitar cualquier tipo de susto innecesario.
Limpiar el coche en autolavados
Aunque es la opción más rápida para los conductores, limpiar el coche en autolavados puede llegar a convertirse en algo peligroso para nuestro vehículo, ya que existen algunos cepillos en mal estado que podrían arañar la pintura del coche.
A día de hoy, estas estaciones de lavado cuentan con cepillos de polietileno, un material muy parecido a las fibras textiles y que no suelen tener riesgo alguno de arañazos en la pintura. Por ello, el consejo más recomendable sería lavar nuestro vehículo en túneles de lavado siempre que haya un día lluvioso, puesto que la suciedad de la carrocería estará más blanda y se desprenderá de forma más sencilla al paso de los ‘rulos’.
Asimismo, si nuestra elección es limpiar el coche por la estación de autolavado, es recomendable realizar un prelavado para quitar la suciedad superficial y la temida arena que podría poner en peligro la perfecta conservación de la carrocería exterior.
Limpiar el coche a mano y en seco
Limpiar el coche a mano es otra de las alternativas que tienen los conductores y usuarios de nuestro país para mantener el coche en perfectas condiciones. Esta opción es la más recomendable, puesto que la pintura del vehículo sufre menos que en los túneles de lavado.
Para ello, necesitaremos diversos sistemas de regado y varios utensilios de limpieza, como puede ser el jabón, limpiacristales o abrillantadores, entre otros. Como hemos citado líneas atrás, en esta ocasión también es recomendable realizar un prelavado del vehículo antes de iniciar un limpiado a fondo con jabón.
Lo más recomendable sería aplicar las técnicas utilizadas por la inmensa mayoría de los usuarios: realizaremos un lavado básico del coche, con agua a presión para desprender la suciedad artificial. A partir de ahí, aplicaremos el jabón sobre nuestro coche y cepillaremos con un poco de intensidad para quitar el resto de suciedad que quede en el vehículo. Una vez enjabonado el automóvil, lo aclararemos con mucha agua hasta retirar todo el producto y, por último, secaremos el coche a mano para evitar que las marcas se apropien de nuestra carrocería.
Source: Coches
