Los autobuses escolares son uno de los medios de transporte más utilizados a diario por los menores que necesitan desplazarse desde sus domicilios hasta sus centros educativos. Más de 600.000 estudiantes lo utilizan todos los días y 9 de cada 10 hacen uso de estos vehículos con motivo de excursiones escolares o actividades deportivas.
La Dirección General de Tráfico, por ende, ha decidido iniciar esta semana una compaña de vigilancia especial que pone el foco en los autobuses escolares, con el objetivo de mantener la seguridad vial de los estudiantes así como las tasas bajas de siniestralidad que habitualmente registran estos vehículos.
Las cifras del año pasado muestran que la mortalidad en accidentes en los que los autobuses se ven implicados es cero, aunque en comparación con los años anteriores sí ha habido un aumento de los heridos, todos sin necesidad de hospitalización.
La DGT inicia esta campaña en colaboración con los municipios y las provincias, por lo que los controles podrán efectuarse tanto en vías urbanas como interurbanas. Durante una semana, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, intensificarán las inspecciones sobre los vehículos destinados a este transporte, comprobando que las autorizaciones y documentos que deben tener dichos vehículos sean los correctos para la prestación del servicio.
Asimismo, los agentes verificarán que las condiciones técnicas y elementos de seguridad del vehículo son los que exige la normativa, así como los requisitos especiales que debe cumplir el propio conductor, como son el permiso de conducción o los tiempos de conducción y descanso.
Los datos demuestran que los autobuses escolares son un medio de transporte seguro. Según el informe que elaboró la Fundación Línea Directa a este respecto, los vehículos destinados a este tipo de transporte tienen 11 veces menos accidentes que el coche privado y 6 veces menos que el autobús público.
Las principales causas de los accidentes que implican autobuses son la velocidad inadecuada y las distracciones, por lo que se controlará especialmente que se circula a la velocidad permitida y que no se hace uso del teléfono móvil u otros aparatos que supongan distracción. También se realizarán controles de alcohol y otras drogas entre los conductores, adoptando todo el protocolo sanitario.
Por otro lado, el 90% de los accidentes se producen en el momento de subir y bajar al autobús: en muchos casos se trata de atropellos causados por una distracción del menor, del conductor del transporte escolar o de los padres. Para evitar este tipo de accidente se recomienda a los padres respetar las paradas, ir con tiempo suficiente y no esperar a los niños al otro lado de la calzada.
Source: Coches