Mar. Dic 3rd, 2024

Seguro que has oído hablar del latigazo cervical aunque no tengas muy claro qué es si no lo has sufrido. Se trata de se trata de una lesión producida por una hiperextensión o una hiperflexión brusca del cuello, por eso va tan asociada a los casos de accidente automovilístico por alcance o frenazo brusco. En estas situaciones, el movimiento que se ve obligada a realizar nuestra columna se asemeja al que lleva a cabo un látigo cuando se chasca en el aire ya que al recibir el impacto por detrás nuestro cuerpo se desplaza hacia adelante al mismo tiempo que nuestra cabeza queda a tras para, inmediatamente después, cambiar posiciones de forma abrupta.No es necesario circular muy rápido para sufrir un latigazo cervical ya que a velocidades superiores a 10 kilómetros/hora ya puede producirse provocando lesiones. Los síntomas que puede notar la persona que lo padece son: son dolor de cuello, dolor de espalda, mareos, vómitos, contractura muscular paravertebral, cefaleas o dolores de cabeza, rigidez en cuello y hombros, calambres, zumbidos en los oídos, vértigos, disminución de la fuerza, hormigueos en brazos, manos o dedos (parestesias) o calambres.Esta dolencia se suele dar con más frecuencia en personas que estaban en el interior del vehículo cuando se ha producido una colisión por alcance trasero, pero también hay víctimas de esta dolencia en impactos frontales o laterales. Algo que se puede evitar si el reposacabezas está bien colocado ya que la misión de este elemento de seguridad pasiva en el coche es frenar el movimiento que la cabeza realiza hacia atrás en caso de impacto sin causar daño al ocupante, pero para poder cumplir esta misión debe estar colocado correctamente. Es decir, en cuanto a la altura, el borde superior debe estar entre el borde superior de la cabeza del ocupante y la altura de sus ojos. La distancia óptima en la separación entre cabeza y reposacabezas no debe ser superior a cuatro centímetros.
Source: Coches

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por admin