Dom. Nov 10th, 2024

Un buen mantenimiento de nuestro coche garantiza una mayor seguridad cada vez que recorres las distintas calzadas que existen en España. Desde la Dirección General de Tráfico insisten en que un buen cuidado de tu vehículo es vital para reducir el porcentaje de accidentes ocurridos en la red de carreteras de nuestro país.

Por ello, hasta el mecanismo más sencillo de nuestro coche debería de tener una cierta conservación si no quieres sufrir inconvenientes que lamentarás en el futuro. Uno de los elementos más importantes para el motor del vehículo es el aceite. Un nivel adecuado del líquido del mismo evitará problemas que pueden ser muy perjudiciales para el automóvil.

En muchos casos, los conductores se preguntan qué puede fallar en su vehículo si, aparentemente, todo va ‘sobre ruedas’, nunca mejor dicho. Sin embargo, algunos usuarios descuidan totalmente el mantenimiento del aceite, el cual puede ser el causante de unos supuestos problemas en el momento de estar en marcha: aceite muy antiguo, distinto tipo de liquido o una viscosidad diferente, son algunos de los problemas más comunes con los que se suelen encontrar los profesionales de la mecánica siempre que les llega un automóvil con el aceite descuidado.

Por ello, es recomendable observar el manual del fabricante para elegir el tipo de aceite que necesita nuestro vehículo y atender, en todo momento, a las indicaciones realizadas por los profesionales. A continuación, os vamos a explicar algunos de los problemas por un aceite en mal estado, como es el caso de la alta o la baja presión del mismo.

Causas que provocan la presión alta del motor

Para todo aquel que no sea consciente del problema que puede causar una presión alta del motor, debe saber que dicha presión es la resistencia que presta el aceite para circular por el sistema de lubricación desde la bomba hasta el motor, por lo que no debe ser ni muy alta ni muy baja, un punto intermedio, de lo contrario podría dañar gravemente el ‘corazón’ de nuestro coche.

Este problema desencadenaría que la vida útil del motor se reduzca notoriamente y, además, podría desembocar en un fallo que exija una reparación altamente costosa para nuestros bolsillos. A continuación, os vamos a explicar algunas de las causas que pueden provocar este tipo de escenario.

1.- La primera de ellas es tener un posible fallo en el sistema de tu vehículo. Esto provoca que el aceite no llegue al motor, en su previo paso por el sistema de refrigeración hasta la bomba, por lo que deberías apagar el motor y revisar la calidad del aceite.

2.- El segundo caso es por suciedad u oxidación del aceite. Este hecho bloquea los filtros e impide que el líquido fluya correctamente por los conductos, haciendo que se acumule en las zonas más concretas del circuito de nuestro motor.

3.- Otro de los principales culpables de una alta presión es debido a la elevada viscosidad del aceite, ya sea por suciedad o por otras causas. Si nos encontramos ante este problema deberíamos comprobar, automáticamente, el manual del coche para cambiar el aceite por uno más adecuado.

4.- Por último, hay que tener especial cuidado con las bajas temperaturas, puesto que pueden provocar fallos en el motor. El consejo más recomendado sería comprobar el aceite de forma más seguida para evitar problemas.

Posibles consecuencias

Una presión alta en nuestro vehículo nunca será sinónimo de buenas noticias, ya que podría tener consecuencias gravísimas para el motor. Estos daños, que se pueden localizar en distintas zonas, no son buenos en ningún aspecto y hay que tratar de evitarlos si no quieres que tu ‘amigo de cuatro ruedas’ esté en peligro.

La presión alta del aceite puede desencadenar que algún elemento del sistema de lubricación acabe rompiéndose, por lo que esto supondría un alto coste para nuestro bolsillo. No obstante, este hecho sucedería en el peor de los casos. Por ello y en cuanto nos percatemos que la presión es elevada, lo más recomendable es trasladar el coche a nuestro taller de confianza.


Source: Coches

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por admin