Excusas como «voy aquí al lado o no te preocupes que voy despacio» seguramente habrán estado detrás de muchos de los accidentes mortales de tráfico en los quehaya estado implicado un conductor bebido o drogado en España.
En 2019 perdieron la vida en las carreteras españolas 1.098 personas, un 7,8% menos que un año antes, lo que ha supuesto todo un hito que no se producía desde 2015 (en el que hubo 1.131 víctimas mortales).
Según la Dirección General de Tráfico (DGT), los análisis toxicológicos realizados a 751 personas fallecidas en accidente de tráfico en 2018 (535 conductores, 143 peatones y 73 acompañantes) revelaron que más del 40 % de los conductores iba borracho o drogado.
Sin embargo, desde hace 25 años existe un aparato que contribuiría a reducir esta dramática situación y que en Francia y Alemania ya es obligatorio para conductores condenados por alcoholemia.
Tiene un coste de unos mil euros y se instala en un vehículo en una media hora, según ha explicado el responsable de grandes cuentas de Dräger Ibérica, José Luis Fernández Martínez.
El Interlock, que es el nombre del aparato, consta de un alcoholímetro (puede estar visible u oculto en la guantera) y un inmovilizador que se oculta en el volante. Opcionalmente se ofrece una cámara para evitar que sea el copiloto el que se someta a la prueba.
Su funcionamiento es muy fácil y rápido. La persona que va a conducir debe soplar si quiere arrancar el coche. Si el alcoholímetro detecta que está bajo la influencia de sustancias tóxicas impedirá el arranque del motor.
En el caso de que el copiloto intentara engañar al dispositivo, la cámara (instalada en el lado superior izquierdo del conductor) lo grabaría para posteriores reclamaciones.
Según Fernández, en España su dispositivo es «un gran desconocido» y no existe regulación al respecto, aunque la DGT quiere hacerlo en el nuevo Reglamento de Circulación que prepara.
En Francia y Suecia ya han incorporado el citado alcoholímetro en autobuses y camiones de mercancías peligrosas e incluso para conductores reincidentes ebrios.
En 2022, todos los vehículos de nueva fabricación en la Unión Europea deberán llevar la preinstalación hecha. En EEUU, donde se lanzó en 1995 la primera generación del dispositivo, ya hay 360.000 vehículos que lo llevan montado, de los más de 400.000 que ha fabricado la empresa en el último cuarto de siglo.
En España se han montado 300 Interlock (en algunos casos en autobuses que han sido exportados a Francia), a pesar de que en el ámbito judicial sí es conocido, según el directivo, que ha recordado que han mantenido varias reuniones con la Fiscalía encargada de seguridad vial, con la DGT o con la patronal empresarial CEOE.
La idea de la empresa es continuar con esta labor informativa porque es la solución para que no exista un «plan B» a la hora de ponerse al volante bajo los efectos del alcohol.
Source: Coches