El aire acondicionado es ese gran invento, incorporado hoy en día en todos los vehículos, que nos permite soportar las altas temperaturas del verano y además conducir con seguridad, ya que así se evitan los efectos perjudiciales del calor en las facultades del conductor.
Pero abusar de los climatizadores puede tener consecuencias perjudiciales sobre la salud. Además, en el caso de los vehículos en concreto, la exposición al sistema de aire acondicionado es casi automática y constante desde el momento en el que se arranca el motor.
Desde numerosas publicaciones médicas se advierte de los efectos del abuso o uso inconsciente del aire acondicionado en el vehículo y se clasifican en grandes grupos según las molestias que provocan.
El primero son afecciones respiratorias. Empezando por tos y catarro, los problemas pueden derivar en ataques de asma, neumonías, dolores de cabeza… La limpieza y el mantenimiento del aire acondicionado también influye en estas afecciones, ya que si se encuentran en mal estado se pueden desarrollar infecciones por hongos o bacterias.
Igualmente, es posible desarrollar problemas dermatológicos (por la sequedad del ambiente que genera el aire acondicionado) así como sequedad en los ojos. Esta última afección puede suponer un problema que afecte a la conducción.
Aunque parezca que no está relacionado, el aire acondicionado también puede generar algias: el aire frío puede provocar molestias en el sistema músculo-esquelético como lumbalgia, dolores cervicales o contracturas.
La tendencia a entrar dentro del vehículo y encender el climatizador al máximo es muy nociva. Lo mejor es bajar la temperatura del vehículo antes de iniciar la marcha (abriendo y cerrando las puertas) y circular los primeros minutos con las ventanillas bajadas si es posible.
También es recomendable bajar la temperatura de forma progresiva y no llegar nunca a menos de 24 o 23 grados, ya que durante el trayecto el cuerpo podría enfriarse. Es mejor adecuar la ropa y viajar con prendas ligeras y cómodas.
Source: Coches