El estrés y la ansiedad son estados de alteración psicológica que pueden afectar en gran medida al desarrollo de nuestras rutinas y nuestra cotidianidad. Entre las actividades que se pueden ver perjudicadas se puede contar la conducción, que requiere un perfecto funcionamiento de nuestras facultades físicas y anímicas.
La Dirección General de Tráfico ha estimado que alrededor del 20% de los accidentes viales están relacionados o tienen como causa el estrés. Y es que al verse alterado nuestro estado anímico también cambian nuestras reacciones en carretera.
Estos datos, que los ha recogido la DGT a través de un estudio de Fesvial, apuntan que el estrés puede provocar que los conductores sean más agresivos y hostiles al volante y que toleren menos las situaciones de frustración, empujándoles a tomar decisiones impulsivas inadecuadas o peligrosas.
En situaciones de estados de estrés grave, la somnolencia, fatiga y la facilidad para desconcentrarse y distraerse tienen más presencia mientras conducimos. Estos fenómenos afectan directamente a la seguridad vial, aumentando bastante las posibilidades de sufrir un accidente.
El estrés es un mecanismo natural de nuestro organismo que nos ayuda a detectar situaciones de riesgo y a solucionarlas. Se convierte en un problema cuando no conseguimos encontrar una respuesta para un problema concreto y esta tesitura se alarga en el tiempo.
Las fases del estrés pasan por la alarma o detección del problema; resistencia o división del a energía para hacer frente de una manera más continuada a la nueva situación; y agotamiento, que es cuando el cuerpo achaca una dilatación en el tiempo del estrés.
La DGT ha diseñado un test rápido, de 4 preguntas, cuyos resultados pueden orientarnos para saber si estamos sufriendo un periodo con más nivel de estrés y ansiedad de lo normal. Se puede consultar online aquí pero para hacer frente a este tipo de situaciones lo major es siempre consultar con gente profesional, ya que cuidar de la salud mental también es importante.
Source: Coches