Sáb. Abr 27th, 2024

El motor de arranque es una pieza indispensable en todo coche a que funcione con motor de combustión. Ayuda a que nuestro coche se ponga en funcionamiento y, obviamente, sufre el desgaste y el paso del tiempo como cualquier otra pieza. Sin embargo, si lo sometemos a un mantenimiento periódico y lo tratamos con delicadeza, no debería sufrir ningún tipo de problema.

En el caso de que tengamos la sensación de que el motor de arranque empieza a fallar, deberemos prestar atención a cuatro síntomas muy significativos que nos alertarán sobre una posible avería en esta pieza del vehículo.

El primero es que el coche no arranque a la primera y que nos hayamos asegurado de que la batería no es la que está causando el fallo. Si al arranque del coche no es directo y suave, deberemos preocuparnos. Lo mismo sucede y está demasiado rato tratando de arrancar, aunque sean solo unos segundos de más. El motor de arranque suele remolonear más cuando hace frío.

Si al girar la llave escuchamos un sonido raro o fuera de lo normal, es posible que en el motor de arranque estén sucediendo cosas que acaben provocando una avería más seria. Y, por último, si tras arrancar el coche siguen sonando ruidos inusuales, habrá que echarle un vistazo a esta pieza ya que puede ser que haya fallos por desgaste.

Las averías más frecuentes están causadas por piezas desgastadas, rotas, defectos en los materiales de fabricación o fallos en el montaje, exceso de vibraciones… El motor de arranque sufre cuando circulamos constantemente con tráfico, atascos y en trayectos cortos. También aqueja las bajas temperaturas y los arranques forzados (cuando ahogamos el motor al darle sin pausa al contacto, no dejamos al coche coger temperatura…) y, por supuesto, debe trabajar el doble cuando la batería no está en óptimas condiciones.


Source: Coches

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por admin

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