Lun. Abr 29th, 2024

El balance de siniestralidad que cada año publica la Dirección General de Tráfico ha puesto el foco de atención sobre los colectivos vulnerables en carretera (ciclistas, peatones y motoristas) por haber experimentado un aumento en los fallecidos por accidente de tráfico respecto a los ejercicios anteriores.

En concreto, los pilotos de vehículos de dos ruedas sufren a día de hoy un mayor riesgo al circular que hace una década: en el año 2009 representaron el 16% de las víctimas mortales y en 2018 este porcentaje era ya del 20%. Además, en el balance del pasado 2019 los motoristas fueron el colectivo que experimentó un mayor aumento de la siniestralidad con 49 fallecidos más que el año anterior.

El análisis de estas cifras da algunas claves para comprender los porqués de este crecimiento del riesgo que sufren los pilotos tanto en carretera como en ciudad. El director del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, Álvaro Gómez, las explica.

El parque de motocicletas es uno de los que más ha crecido durante estos últimos años. Las enormes ventajas de estos vehículos frente a los turismos, sobre todo en ciudad, han aumentado el número de usuarios que se decantan por las dos ruedas.

Mientras que en 2009 había 2’9 millones de motocicletas registradas, en 2018 ese total llegó a los 3’5 millones y sigue creciendo. El parque automovilístico general crece a un 1% interanual y el de las motos lo hace a un 3%.

El colectivo motorista es mucho más vulnerable en conducción que el de los usuarios de las cuatro ruedas. El riesgo de que un piloto sufra un accidente de moto es 17 veces más probable por kilómetro recorrido que en el caso del conductor de un coche.

Además, en el caso de los siniestros interurbanos, esta peligrosidad aumenta con la velocidad y la gravedad de las lesiones puede dispararse. Durante el año pasado, en las vías interurbanas se registró el mayor número de fallecidos en moto en 24 horas desde el 2010: 266.

A inicios de este 2020, la evolución de la siniestralidad en motocicleta era similar a la del pasado 2019, pero esta trayectoria varió con la declaración del estado de alarma. El número de accidentes bajó irremediablemente como consecuencia de la limitación a la movilidad.

Sin embargo, en los meses posteriores, con la desescalada y la nueva normalidad, la siniestralidad del 2020 recuperó las cifras del año pasado pese a que la movilidad no había alcanzado apenas la mitad de trayectos de largo recorrido del año pasado. Este dato es uno de los aspectos más preocupantes que dejan las estadísticas generales de este año en cuanto a tráfico.


Source: Coches

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por admin

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