La ciudad condal es una de las capitales españolas donde más circulan motocicletas y ciclomotores, registrando un total de más de 180 motos por cada 1.000 habitantes. Además, estas cifras se han ido incrementando paulatinamente con el paso de los años duplicándose hasta la actualidad.
Actualmente se calcula que hay más de 300.000 motocicletas en Barcelona y cada día se registra más de medio millón de desplazamientos en este tipo de vehículo. El ahorro que supone tanto utilizarlas como comprarlas acompañado de facilidades para, por ejemplo, encontrar aparcamiento, han potenciado su uso.
Pero con la entrada en vigor a principios de este año de la Zona de Bajas Emisiones en toda el área metropolitana de Barcelona, puede ser que el uso de las motos y ciclomotores también peligre, al igual que el de los coches y las furgonetas. La justificación del Ajuntament de Barcelona para aplicar estas restricciones también a las motos es que son vehículos que también contaminan.
Desde el pasado 4 de abril ya empezó a aplicarse la normativa de la ZBE que afecta directamente a los modelos de dos ruedas anteriores a la normativa Euro2 y, en su mayoría, matriculados en el año 2003. Los efectos de estas medidas empezarán a percibirse ahora que la capital catalana comienza a recuperar la normalidad de sus desplazamientos interurbanos mientras se acerca la fase 2.
La clasificación de motos y ciclomotores va a realizarse, al igual que con los turismos y furgonetas, con etiquetas. El uso de estos distintivos es opcional ya que los registros de las matrículas y el uso de cámaras de alta resolución son el sistema de identificación más utilizados. El orden quedaría así:
Las multas por utilizar motos no permitidas en la ZBE y fuera de horario van de los 200 a las 499 euros si durante ese periodo se ha registrado un nivel de contaminación del aire bajo. Si la sanción llega en un episodio de alta contaminación, puede llegar incluso a los 1.000 euros de coste.
Source: Coches
