Vie. May 3rd, 2024

La historia de Alfa Romeo dio comienzo, oficialmente, hace 110 años (el 24 de junio se celebrará esta importante efeméride), pero antes hubo una serie de acontecimientos que desembocaron en la fundación de esta prestigiosa marca. Veamos cómo fue esta génesis.

El francés Pierre Alexandre Darracq comenzó su carrera dirigiendo una fábrica de bicicletas en Burdeos, pero pronto se enamoró de los coches y empezó a construirlos, con gran éxito en su país natal, lo que le llevó a exportarlos, abriendo sucursales en Londres y posteriormente en Italia. Aunque comenzó su actividad en Nápoles, en abril de 1906, las complicaciones logísticas y de comunicación le hicieron trasladar su producción a Milán, pero el negocio no prosperó allí y Darraq tuvo que liquidar su empresa a finales de 1909. Ugo Stella, que había sido director general de la marca de Darracq, tuvo la valentía de seguir adelante al entender qué coches deseaban sus clientes, y además dio con quién los iba a diseñar: Giuseppe Merosi.

Merosi, que había sido aparejador en Piacenza, también era un apasionado de los coches y trabajó en varias empresas del sector. Stella le pidió que creara dos coches completamente nuevos de 12 y 24 caballos: más potentes que los Darracq y adaptados al gusto italiano. El joven ingeniero trabajó día y noche, y el 1 de enero de 1909 entregó los bocetos del primer automóvil al departamento técnico.

Lo curioso de este automóvil, el 24 HP, es que se creó antes que la marca que lo iba a vender. Tenía un motor monobloque, algo poco común por aquel entonces, 4 cilindros, 4 litros de cubicaje y 24 caballos de potencia. Estaba realizado sobre un robusto bastidor de largueros y travesaños en chapa prensada, lo que permitió que carroceros de prestigio como Castagna, Schieppati, Sala y Bollani desarrollaran versiones de lujo, con un precio que rondaba los dos años de salario de un empleado. El 24 HP era capaz de alcanzar los 100 km/h y se fabricó con extraordinario esmero y precisión, lo que hizo que fuera muy bien recibido. Fue el primer modelo de A.L.F.A., Anonima Lombarda Fabbrica Automobili, empresa que se creó el 23 de junio de 1910 y que ya tenía un gran coche para comercializar.

Merosi se dio cuenta de que iba por el buen camino y en 1911 había desarrollado el 24 HP Corsa: más ligero, potente y veloz… Con este modelo, solo un año después de su fundación, A.L.F.A. entró ya en el mundo de las carreras. La primera victoria llegó en la carrera Parma-Poggio di Berceto, en 1913, de la mano del piloto Nino Franchini, que quedó segundo en la general y primero en su categoría.

Como hemos visto, la historia de los orígenes de Alfa Romeo están muy vinculados a lo que después sería la marca, una factoría de coches innovadores, de altas prestaciones, bien ejecutados, y con la competición en su ADN.


Source: Coches

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por admin

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