En 20Minutos volvemos a las andadas en otro viaje más a bordo de un eléctrico; esta vez con el Peugeot E-3008, el nuevo SUV de la marca francesa que, en este caso, probamos en su variante de propulsión 100% eléctrica. Como ya lo habíamos hecho con el E-308, decidimos recorrer el mismo trayecto, es decir, Madrid-Valencia, aunque en esta ocasión salimos desde Aravaca y llegamos al Parador de El Saler.
El protagonista esta vez no era un utilitario compacto, sino un SUV de tamaño medio en su versión de acceso (arranca en 39.237 euros en España). El E-308 de la prueba contaba con 210 CV, una batería de 73 kWh de capacidad y una autonomía homologada de 527 kilómetros. Por encima de este encontraríamos el Dual Motor con tracción total, 320 CV de potencia (el más potente) y misma batería de 73 kWh, lo que deja su autonomía en 525 kilómetros. Y en la cima de la gama, al menos en cuanto a alcance, la variante Long Range de 230 CV, batería de 98 kWh y unos 680 kilómetros de autonomía, se lleva el premio.
Aravaca (Madrid) – El Saler (Valencia)
Lo interesante de todo esto es que nosotros nos decantamos por la variante de acceso a la gama E-3008, y aun así el resultado fue bastante cómodo. El trayecto comenzó con normalidad, aunque se habían dejado claras algunas pautas a la hora de realizar una conducción correcta para recabar datos: la velocidad máxima debía ser la permitida en la vía; es decir, por autovía, que es lo que abarcó la gran mayoría del tiempo, circulamos a 120 km/h (aproximadamente) como máximo. Tampoco estaba prohibida la utilización de la climatización, ni mucho menos, se usó como en cualquier coche normal, ajustando la temperatura óptima del habitáculo. Por lo demás, la conducción típica de un viaje, con el pie más o menos suave, eso dependerá de cada conductor.
Durante todo el trayecto, únicamente paramos una vez, a desayunar, y aunque fue en el área de servicio de la Atalaya del Cañavate, donde con el E-308 cargamos en los Supercagadores de Tesla, en este caso nos decidimos por no cargar el coche, aunque en el tiempo que estuvimos desayunando podríamos haber alcanzado un gran nivel, pero habíamos venido a jugar, y no a asegurar. En esta parada, un poco antes de llegar al ecuador del trayecto, llegamos con un 56% de la batería. Tras volver a la carretera, el último tramo (los últimos 45 minutos, aproximadamente), es realmente favorable ya llegando a Valencia, con pendientes hacia abajo y, por consiguiente, un gasto de energía menor. Así, a la llegada al Parador, la batería restante en nuestro E-3008 era de un 17%, con una velocidad media de 97 km/h y un consumo mixto que estaba nada menos que en los 15,9 kWh/100 km, una cifra muy correcta para un vehículo de su tamaño y características.
Hay que destacar el confort del coche que, en cuanto a aislamiento, suspensión, asientos y tecnología a bordo, hace que viajar no resulte fatigante. También es interesante toda la zona delantera del habitáculo, con una clara separación entre el conductor y el acompañante que, aunque es más que evidente, está diseñada de forma que todo está al alcance de la mano para ambos. Además, tiene multitud de huecos portaobjetos y mantiene algunos accesos directos en la consola para facilitar interactuar con elementos como la climatización, por ejemplo. El resto de funciones las podremos encontrar en su pantalla curva de gran tamaño (21 pulgadas), que une el sistema multimedia con el cuadro de instrumentos digital.
Las plazas traseras, por su parte, son correctas, aunque el acceso a las mismas es algo justo, porque las puertas abren en un ángulo que podría ser mejor. Por otro lado, el maletero cuenta con 470 litros de capacidad en esta variante 100% eléctrica, mientras que en el resto de mecánicas alcanza los 520.
Valencia – Madrid
Ahora bien, tras hacer noche en Valencia, a primera hora de la mañana emprendimos el viaje de vuelta a Madrid. Lo que el día anterior fue una bajada placentera para el E-3008 se convirtió en un muro por el que subir al día siguiente. Y el consumo y la autonomía, lo notaron. Abandonamos el Parador con un 88% de capacidad y, tras llegar de nuevo a la Atalaya del Cañavate, lo que nos quedaba era un 27%, aunque hemos de reconocer que en este tramo fuimos algo más alegres de la cuenta. Allí paramos unos 20 minutos hasta que el coche alcanzó el 67% de su batería (los Supercagadores Tesla de este área de descanso son de 150 kW), y lo que restó fue llegar a Aravaca sin ningún problema más, ya circulando a 120 km/h de máxima.
De este modo, entre la ida y la vuelta tan sólo perdimos 20 minutos de nuestro tiempo de viaje en cargar, porque en el Parador (o si fuésemos a alguna segunda residencia en la que tuviéramos acceso a un enchufe) lo dejamos cargando durante la noche.
Conclusiones
Y la pregunta es: ¿se puede viajar en eléctrico por España? Lo cierto es que sí, aunque dependes de más variables que con un coche de combustión. Para empezar, tendrás que tener un coche que homologue, por lo menos, 400 kilómetros de autonomía, porque sino cualquier viaje de más de 2 horas te obligará a detenerte más de una vez para cargar. Lo segundo es que deberás tener calculadas las paradas y las zonas donde recargar, porque a diferencia de las gasolineras, los puntos de carga no vienen indicados de ninguna manera en las carreteras, además de que no hay tantos como estaciones de servicio, por lo que, si te falla uno, seguramente acabes sudando para alcanzar otro. Y este es otro de los puntos clave, si paras a cargar, intenta que sea en una estación que disponga de varios puntos de carga. Si dependes sólo de uno y llegas y no funciona o no está operativo (algo muy común), estarás vendido. Y para terminar, deberás vigilar mucho más tu pie derecho. Circular a 120 km/h durante todo el trayecto del viaje es bastante más complicado de lo que parece, y en un eléctrico, los cálculos que haga el ‘trip planner’ o la aplicación que sea, incluido el GPS, estarán basados en los límites legales, por lo que si empiezas a circular más ligero, ese 14% con el que calculaba que ibas a llegar a tu destino, puede convertirse muy rápido en un 0 o en un -14%.
Si tienes en cuenta todos estos detalles, que no son pocos y que hacen que tengas que planificar todo bastante más que con un coche de combustión corriente, puedes viajar sin problemas por España con tu eléctrico, al menos hasta que vaya mejorando la cosa en materia de puntos de recarga, porque si hubiera uno cada 20-30 kilómetros, daría bastante más igual todo lo anterior. De momento, y aunque a nosotros también nos sigue convenciendo bastante más parar 2 minutos, llenar nuestro depósito de gasolina o diésel, y emprender la marcha durante otros 600-1.000 kilómetros, la realidad del coche eléctrico en España está así. Veremos más adelante.
Source: Coches