Dom. Ene 12th, 2025

En la Península Ibérica se pueden encontrar infinidad de rutas que son idóneas para recorrer algunos de los parajes más increíbles de España mientras se practica eso del slow driving, una filosofía de viaje en la que el camino es tan (o más importante) que el destino. Por ello, si eres un apasionado de las motos o del ciclismo, no hay mejor manera de dar rienda suelta a tu pasión que recorrer itinerarios magníficos sin ningún tipo de prisa y disfrutando el trayecto.

Algunos se encuentran cerca de Madrid, pero quienes quieren disfrutar de algo más de tranquilidad y estar prácticamente solos, la opción ideal es adentrarse en la España vaciada. Y en la comunidad de Aragón, concretamente al sur de la provincia de Teruel, se encuentra una de las rutas idóneas para recorrer entornos naturales increíbles y pequeños pueblos repletos de encanto: se trata de la conocida como ‘La Ruta del Silencio’, que no es otra que la carretera autonómica A-1702.

‘La Ruta del Silencio’ por el Teruel más desconocido

La A-1702 conecta la preciosa zona del Bajo Aragón, concretamente la comarca de Andorra-Sierra de Arcos, con la de El Maestrazgo, y a través de sus 63 kilómetros se atraviesan pueblos tan bonitos como Gargallo (su punto de origen), Ejulve, Villarluengo, Cañada de Benatanduz y Cantavieja. Desde hace unos años, se la conoce con el sobrenombre de ‘Ruta del Silencio’, un itinerario panorámico «por paisajes imposibles», como se afirma en la propia página del turístico trayecto.

Nada más salir de la N-211 en el km.194 y adentrarnos en esta increíble ruta nos damos de bruces con ‘las parameras ejulvinas’, como lo llaman en la web, en donde las llanuras se combinan con las altas montañas de la Sierra de Majalinos, que se encuentra el sur del recorrido. De hecho, se recorren unos kilómetros a los pies del imponente pico homónimo, siempre con la descomunal belleza de los Pirineos como telón de fondo.

Además, durante todo el recorrido todos los aventureros estarán acompañados por el sonido del agua, ya que por la ruta fluyen dos ríos: el Guadalope y el Cañada. En el primero es posible adentrarse en los angostos Estrechos de Valloré, así como contemplar los abruptos e imponentes Órganos de Montoro; por su parte, en el segundo se pueden contemplar históricos edificios erigidos cerca del cauce (situado en el fondo de un profundo cañón), como la antigua Ermita de la Magdalena o una masía fortificada conocida como ‘la torre Gorgue’.

Tras pasar el Puerto de El Cuarto Pelado, detenerse unos instantes en sus miradores (hay muchos a lo largo de la ruta) y pegar una pegatina en las señales que hay al lado del símbolo de la ruta, una cabra, es hora de afrontar el último tramo hasta Cantavieja, que marca el final de un impresionante viaje por el corazón de Aragón. Eso sí, también hay trayectos alternativos para conocer joyas ocultas que no están en el recorrido, por lo que las posibilidades que ofrece la ‘Ruta del Silencio’ son infinitas… pero sobre todo proporciona una experiencia asombrosa.


Source: Coches

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por admin

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