La DGT se toma muy en serio el desarrollo de las pruebas teóricas y prácticas para obtener el carné de conducir. Y es que de ellas depende determinar si el aspirante está preparado y tiene los conocimientos y las aptitudes necesarias para ponerse a los mandos de un vehículo sin representar un peligro para la seguridad vial.
Por esto mismo, la DGT ha abierto una investigación sobre una autoescuela de Lugo que al parecer trataba de favorecer a los alumnos que se examinaban de la prueba práctica para obtener el carné mediante la manipulación de los sistemas de aviso.
Los coches de autoescuela están equipados con dos juegos de pedales para que, en el caso de que el alumno pierda el control del coche, el profesor pueda reaccionar y redirigir la marcha del vehículo evitando así accidentes. Durante el examen, si el profesor toca alguno de los pedales, un avisador emite un ruido y alerta al examinador (sentado en la parte de atrás), quien automáticamente suspende el examen ya que es un fallo grave.
Pues bien, en esta autoescuela el profesor habría desconectado el sistema de aviso para evitar que, en el caso de que examinado necesitara ayuda o no supiera controlar el vehículo, la alarma sonase y el examinador suspendiera el examen.
Por qué son tan graves las trampas en los exámenes
Este hecho, todavía por esclarecer, ha causado un gran rechazo en el sector de las autoescuelas. Desde la Confederación Nacional (CNAE) han condenado los hechos. «Las trampas en los exámenes de conducir no sólo son una injusticia y dañan la imagen de las autoescuelas, sino que, además, atentan contra la seguridad vial, al permitir que obtengan el permiso personas que no tienen una suficiente preparación, lo cual es intolerable», ha explicado el presidente de CNAE, Enrique Lorca.
¿Por qué este hecho ha provocado tanto revuelo? Porque la necesidad de que un profesor de autoescuela tome los mandos del vehículo significa que el alumno no está preparado para circular. Al utilizar esta trampa, es posible que el aspirante acabe consiguiendo el carné de conducir sin haber realmente superado el examen y, por tanto, pudiendo llegar a representar un peligro para la seguridad.
Igualmente, la DGT sanciona con dureza a aquellos estudiantes que, por ejemplo, hagan trampas en el examen teórico. Cometer cualquier tipo de fraude está sancionado con 500 euros de multa y la pérdida del derecho a examen durante los 6 meses siguientes.
Source: Coches