Lun. Nov 18th, 2024

Los expertos de Alquiber nos dan algunos consejos y advertencias para detectar posibles problemas en un sistema imprescindible de seguridad activa de nuestros coches, uno de los que más desgaste sufre: los frenos. Mantenerlo en buen estado durante todo el año y alargar lo máximo posible su vida útil son algunos de las claves que se lograrán si sigues estos consejos.

1. Conducción suave y sin abusar de los frenos

Los frenos del vehículo estarán expuestos a mayor o menor desgaste en función del coche, conductor y tipo de conducción. Discos y pastillas son los componentes que más acusan el desgaste, pero no solo depende de los kilómetros recorridos: cuanto más brusca sea la forma de conducir, mayor será el desgaste. Del mismo modo, cuando necesites usar el freno de manera prolongada, como en el descenso de un puerto, es mejor recurrir a marchas más cortas, lo que se denomina freno motor. De esta forma, el vehículo no se acelerará tanto y evitarás que los frenos se calienten.

2. Elección de vías

El terreno por el que se circula también influye directamente en la vida útil del sistema de frenado. Circular asiduamente por zonas urbanas con mucha pendiente o zonas montañosas en lugar de por autovías o caminos llanos hace que los frenos acusen más desgaste. Por eso, para mantener su buen estado durante más tiempo, también debe tenerse en cuenta por qué tipo de tramos circulamos habitualmente.

3. Ojo a las señales

Actualmente, la mayoría de los coches tienen un sistema de aviso en caso de desgaste de frenos, pero en caso de notar algo extraño (que se va demasiado al fondo o que está muy blando, por ejemplo), es conveniente acudir a una revisión porque podría tratarse de presencia de aire en el circuito hidráulico. Por otra parte, si al pisar el freno notas que el volante vibra, puede significar que alguna pieza del sistema de frenado está en mal estado, que las ruedas no están equilibradas o que los discos están combados. Acude de inmediato al taller. Los chirridos pueden ser buena o mala señal, porque las pastillas sean nuevas o porque algo no esté bien. Quizás haya partículas metálicas u óxido en ellas, están desgastadas o los discos en mal estado.

4. Síntomas en el pedal

Si tienes que presionar el pedal con mucha fuerza, es probable que las pastillas o los discos estén dañados. Otras causas podrían ser grasa o líquido de frenos en las pastillas o poca cantidad de líquido. Si, por el contrario, el pedal se hunde, esto podría significar que las pastillas están muy gastadas, que hay una fuga en el circuito de aire o que hay poco, contaminado o inadecuado líquido de frenos. Lo mejor que puedes hacer es acudir y consultar a un profesional.

5. Usa pastillas y discos adecuados

Las cajas y pastillas deben ir marcadas con la homologación ECE R-90, garantía de que se cumplen las normativas. La seguridad no tiene precio, no te arriesgues a comprar componentes de menor calidad para ahorrar. Acude siempre a un taller de confianza, asesórate antes y descubre qué frenos poner a tu coche. Conducirás más tranquilo.

6. Revisiones periódicas

El mantenimiento preventivo es fundamental. El mal estado del sistema de frenado supone un aumento considerable en la distancia a la hora de frenar y te arriesgas a tener accidentes que, de otra manera, serían fácil de evitar. Generalmente, los fabricantes incluyen en el manual de usuario instrucciones útiles para alargar la vida de los frenos. Recomiendan reemplazar el líquido de frenos cada dos años o 40.000 kilómetros, parámetros que marcan el límite de la degradación y pérdida de propiedades del sistema.


Source: Coches

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por admin