LUCÍA CARMONA CASTRO
- La ayuda de los robots se ha hecho imprescindible para realizar labores de limpieza debido a la gran radiación.
- Packbot 510, Warrior 710, Quince, ASTACO-Sora y Raccoon son algunos de los nombres de los protagonistas.
Han pasado 5 años del tsunami de 9 grados en la escala Richter que destrozó Japón. La central de Fukushima, 240 kilómetros al norte de Tokio, sufrió, a causa del maremoto, el peor accidente nuclear en la historia desde el desastre de Chernóbil en Ucrania, constituyendo uno de los mayores desastres medioambientales de los últimos tiempos.
Las consecuencias del accidente fueron nefastas: explosiones en los edificios que albergan los reactores nucleares, fallos en los sistemas de refrigeración, triple fusión del núcleo, liberación de radiación al exterior… Para los operarios de la central era y sigue siendo imposible entrar a realizar labores de limpieza, lo que ha hecho que se recurra a la inteligencia artificial para ello.
Los protagonistas
Son varios los modelos que se han adentrado en las ruinas de los reactores de Fukushima con el objetivo de recoger y deshacerse del agua contaminada y del material radiactivo que está entre los escombros. Fabricadas a medida para cada edificio durante dos años, todas estas máquinas han “muerto” al poco tiempo de entrar en la central.
“El principal obstáculo es la radiación”, señaló hace unos meses Naohiro Masudo, jefe del equipo de descontaminación de Tepco, la empresa que se encarga de la limpieza de la central, “en cuanto los robots se acercaron a los reactores, la radiación destruyó su cableado y los hizo inservibles, causando largas demoras” ya que los ingenieros tardan una media de dos años en fabricar y configurar estos robots.
La ciencia se encuentra ahora en una lucha a contrarreloj para buscar soluciones en Fukushima. De momento, estos son algunos de los ‘héroes’ robóticos que han pasado por la central nuclear para intentar salvarla.
Packbot 510 y Warrior 710 (iRobot)
PackBot (imagen) fue el primer robot que entró al edificio del reactor en 2011. Su función es investigar el piso superior de los edificios de los reactores. Cuenta con un cabezal equipado con múltiples cámaras, sensores de audio, punteros láser y un cuerpo capaz de soportar una caída de casi dos metros de altura. Además, está provisto de un brazo robótico muy preciso.
Warrior 710 es un robot más grande, más pesado y cuenta con una tecnología más avanzada que el PackBot, aunque su estructura es similar. Pesa 226,8 kg y tiene un alcance inalámbrico de 800 metros. Pensado para mover y destruir obstáculos de hasta 130 kg dentro de los edificios de los reactores con su gran brazo robótico, este robot tiene una gran movilidad y puede subir hasta escaleras.
Quince (Chiba Institute of Technology)
El primer robot de nacionalidad japonesa (imagen) en entrar a la central ha sido ideado para rescates y hacer frente a desastres. Su nombre es Quince, puede subir escaleras y cuenta con un brazo para desplazar escombros o abrir puertas. También tiene varias cámaras. Pesa 32 kg y su velocidad máxima es de 1,6 metros/segundo. De este robot se han hecho tres versiones, la segunda con nuevos sensores y más herramientas para recoger muestras y la tercera con un escáner 3D.
Más tarde, aparecieron los robots Rosemary y Sakura (el primero encargado de explorar el entorno mientras el segundo registraba cada movimiento). Rosemary cuenta con la tecnología N-Visage para la creación de mapas en tiempo real de los niveles de radiación mientras que Sakura actúa como una estación de transmisión inalámbrica.
ASTACO-Sora (Hitachi)
Con un peso de 2,5 toneladas y una velocidad de 2,6 km/h, el robot Astaco-Sora está diseñado para retirar escombros gracias a sus dos brazos, con los que puede levantar hasta 150 kg. Tiene una autonomía de 15 horas y utiliza un motor diésel para moverse. Cuenta con seis cámaras y varios sensores que detectan el ancho de los pasillos y le indican si es seguro avanzar. Otros sensores rastrean constantemente el nivel de radiación que hay.
Robot cuadrúpedo (Toshiba)
Alcanza la velocidad de 1 km/h y tiene una autonomía de dos horas. Cuenta con una cámara y un medidor de radiactividad. Además, puede subir escaleras, lo que le permitirá acceder a las zonas más dañadas por el tsunami. Su capacidad de carga es de 20 kilos.
Raccoon (ATOX)
Su cabeza pesa más de 35 kg y cuenta con dos cabezales, uno con forma de flecha y otro con cepillos. A este robot-aspiradora gigante se le encargó la misión de recuperar el “polvo” contaminado esparcido por todo el reactor 2.
Si quieres ver todos los robots que se están utilizando en Fukushima puedes hacerlo aquí.
Source: Coches