JAVIER MOLTÓ
- Las ruedas más anchas frenan el coche, hacen que corra menos en términos generales, y al pesar más, hacen al vehículo más torpe.
- Los ingenieros especialistas en dinámica de automóviles recomiendan un neumático que no sea ni demasiado grande ni demasiado pequeño.
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Al comprar un vehículo nuevo tenemos que decidir si queremos las ruedas originales o una de las opcionales que nos ofrecen los fabricantes. La decisión que tomemos puede tener importantes consecuencias año tras año.
En los concesionarios, o en la web cuando configuramos el coche, los comerciales, que tienen sus intereses, dejan para el final las ofertas de los elementos opcionales. Uno de ellos, casi seguro, sea cual sea el vehículo que elijamos, serán unas llantas más grandes, más caras y de mayor tamaño.
El comentario, entre quienes se van a comprar un coche, es habitual: »Esas llantas y esas ruedas le quedan mucho mejor. Así está mucho más bonito».
Esa decisión no solo encarece el coche en el momento de compra si uno opta por adquirir las llantas alternativas, sino que lo encarece, y, en ocasiones, mucho, cada vez que toque cambiar los neumáticos, y día a día, porque unos neumáticos más anchos influyen negativamente en el consumo del coche.
Los comerciales de los concesionarios y la creencia popular coinciden en que unos neumáticos más anchos dan más agarre y por tanto hacen que el coche sea más seguro. Es una afirmación poco rigurosa.
Unos neumáticos más anchos pueden tener más agarre en algunas circunstancias y menos en otras. Pero, además, unos neumáticos más anchos frenan el coche, hacen que corra menos en términos generales y, como pesan más, también pueden hacer que el coche sea más torpe.
Los ingenieros especialistas en dinámica de automóviles lo saben bien y sus recomendaciones son claras: »La medida del neumático tiene que ser equilibrada». No es bueno ni un neumático demasiado grande ni demasiado pequeño.
Por regla general, todos los coches actuales llevan de serie neumáticos más que sobrados para dar la mejor respuesta en carretera. No es necesario ponerles neumáticos de mayor tamaño, salvo por motivos estéticos. Ni siquiera tiene sentido práctico cambiar las llantas de chapa (en aquellos coches que las lleven de serie) por unas de aleación.
Es cierto que las llantas de aleación son más ligeras que las de chapa y ese menor peso se traduce en mayor agilidad y menos consumo, pero la diferencia de precio no se amortizará en toda la vida del coche por el menor consumo.
En todo caso, si la llanta de aleación opcional es del mismo tamaño que las llantas que lleva el coche de serie, el coste del cambio se reduce al momento de la compra y no afectará negativamente ni a las prestaciones del coche ni al consumo.
En cambio, si adquirimos unas llantas más anchas, que requieran de un neumático de mayor tamaño, el coste repercutirá cada vez que debamos sustituir los neumáticos, porque las ruedas de mayor tamaño y anchura resultan más costosas (y en algunas ocasiones, considerablemente más costosas).
Pongamos el ejemplo de un Seat Ibiza con motor de gasolina de 90 caballos de potencia y acabado Style. De serie trae unas llantas de aleación de 15 pulgadas de diámetro que van incluidas en el precio del coche, que es de 12.680 euros.
Seat ofrece opcionalmente unas llantas de aleación de un diámetro de 17 pulgadas, es decir, un diámetro 5 centímetros superior al de las llantas anteriores. El precio de estas llantas, cuyo color Seat denomina »diamantado naranja» y miden 7 pulgadas de ancho por 17 pulgadas de diámetro, es de 900 euros. Es decir, las llantas encarecen un 7% el precio del coche.
Pero además de estos 900 euros, hay que tener en cuenta la diferencia del precio de los neumáticos. Los neumáticos originales, para la llanta de 15 pulgadas, tienen unas medidas de 185 milímetros de ancho. Los que se necesitan para la llanta de 17 pulgadas miden 205 milímetros de ancho.
La diferencia de precio entre unos y otros es en torno a un 50% más caro para los neumáticos de las llantas de mayor diámetro.
Un neumático bueno, de primera marca, puede costar alrededor de 65 euros para el de llanta de 15 pulgadas y alrededor de 100 euros para el de llanta de 17 pulgadas. Cambiar los 4 neumáticos en el primer caso costaría 270 euros, y en el segundo caso, 400 euros.
Source: Coches