La culata es una de las piezas más importantes para el funcionamiento del motor. Su principal función es sellar la parte superior de los cilindros para evitar que haya pérdidas de compresión y que la eficiencia del bloque motor sea óptima. Además de actuar como una tapa, también es soporte para las válvulas de admisión y escape, conductos de refrigeración, el cigüeñal, el eje de levas y hasta la precámara de combustión si el vehículo la lleva.
Se la conoce también, explican desde Ro-Des, como cabeza del motor y es un bloque de metal (las hay de diversos tipos con sus pros y sus contras, como de hierro fundido o de aleación de aluminio). El uso de estos materiales se debe a la búsqueda entre resistencia y rigidez con una buena conductividad térmica, ya que también es necesario que reduzca la temperatura de la cámara de combustión.
Por estas razones, es imprescindible que la culata esté siempre en buenas condiciones. Una avería de esta pieza podría repercutir es todas las demás para las que hace de soporte y, además, sustituirla no es barato por el gran trabajo que conlleva acceder a ella. El coste de una culata de desguace puede oscilar entre los 250 y 450 euros frente a los más de 900 euros que costaría comprar una nueva.
Cómo mantener la culata en buen estado
Cuidando de la junta de culata con un buen mantenimiento se pueden evitar averías y alargar su vida útil. En Ro-Des explican varios hábitos que es conveniente llevar a cabo periódicamente, bien sea en casa si somos manitas o bien yendo a un profesional.
- Apretar las tuercas de la culata: hay que hacerlo tras los primeros 2.000 kilómetros y cada vez que la junta de culata sea sustituida. Los traqueteos, las altas temperaturas y los niveles de presión tan elevados van aflojándolas continuamente.
- Comprobar si hay deformaciones: sobrecalentamientos por fallos en la bomba de agua o por un termostato roto pueden deformar la culata, especialmente cuando es de fundición de hierro.
- Limpiar de la culata motor: se pueden hacer en casa, pero es un proceso laborioso, o ir a un profesional para ello.
Síntomas de avería en la culata del coche
Al igual que un buen mantenimiento puede alargar la vida útil de la culata, detectar a tiempo posibles averías puede cortar de raíz un problema que encadene roturas y fallos en otras piezas. Estos son los síntomas a los que hay que estar atento para detectar una avería en la culata.
- Humo blanco y denso por el escape. Es señal de que está pasando refrigerante a las cámaras de combustión del motor.
- Menor rendimiento del vehículo y tirones. La dificultad para arrancar el coche también puede ser un síntoma y definitivamente será fallo de la culata si se dan a la vez.
- El motor mezcla aceite y refrigerante. Este fallo se percibe al encontrar residuos en el depósito del aceite, en el vaso de expansión…
- El coche se calienta más de lo normal y muy rápido.
- El motor se calienta en exceso. Se percibe porque la temperatura del refrigerante y del termostato suben demasiado.
- Hay presión en el circuito de refrigeración. Si el tubo del refrigerante está rígido y muy duro, puede ser síntoma de avería en la culata.
Source: Coches