En el año 2014 en España y resto del mundo, se implantó un nuevo estándar de emisiones NOx de vehículos para limitar los gases a un máximo de 0,08 gramos por kilómetro recorrido. Esta modificación fue la primera piedra en el camino para que los fabricantes de coches iniciaran un nueva instalación de sistemas de control de gases de escape en los automóviles.
Entre las técnicas más conocidas para lograr esta bajada de emisiones, podemos destacar el sistema SCR (reducción catalítica selectiva), el cual está formado por un catalizador, un depósito, una bomba y un inyector para AdBlue.
¿Qué es el AdBlue?
El AdBlue trata de un aditivo que utilizan la mayoría de los coches con motor diésel para reducir las emisiones contaminantes de una forma simple y barata. Esta sustancia, que deriva la urea (33%), se pulveriza sobre los gases de escape y gracias a la reacción química reduce los gases contaminantes del vehículo.
No obstante, esta mezcla de agua y urea puede provocar distintos problemas en nuestro automóvil. El principal es que se congela a 11 grados bajo cero, dando origen a la cristalización y puede ocasionar problemas en el depósito, conductos o en el sensor de nivel. Por ello, si se circula por zonas de bajas temperaturas es conveniente intentar prevenir una situación que puede llegar a convertirse en una de las peores pesadillas para ‘tu bolsillo’. Cabe destacar que la reparación tendrá un coste entre 1.000 y 2.000 euros, un precio totalmente desorbitado.
¿Cómo podemos evitar la cristalización?
Para intentar evitar la cristalización en nuestro automóvil, debemos de adquirir y añadir al circuito del AdBlue un aditivo especial, que tendrá un precio aproximado entre 10 y 15 euros. Este líquido impedirá la obstrucción del sistema SCR al evitar que se cristalice este elemento.
En la actualidad, muchos vehículos cuentan con sensores inteligentes capaces de detectar una posible cristalización en el coche. Alertarán a los usuarios mediante luces de advertencia en el tablero del automóvil e indicarán que dicha señal proviene del sistema de tratamiento de emisiones.
Otros problemas del AdBlue
Asimismo, el AdBlue presenta diferentes características que debemos de tener en cuenta para evitar otras posibles averías. Dicho líquido es muy corrosivo, por lo que habría que tener mucho cuidado con posibles fugas en la carrocería. Si se produce este escenario, es recomendable limpiar inmediatamente la zona para que no dañe la pintura del vehículo.
Otro de los ‘inconvenientes’ que hay que destacar es que el elemento caduca en un año. En condiciones normales, esta situación no debería de ser un problema si se mueve el vehículo con bastante frecuencia, puesto que dicho fluido se consume al mismo tiempo que el diésel, evitando el exceso de emisiones a la atmósfera.
Source: Coches