Sáb. Dic 28th, 2024

Cuando Porsche descubrió el Cayenne en 2002 ni los más optimistas imaginaban que este modelo iba a alcanzar las estratosféricas cifras de ventas y el éxito conseguido durante todo este tiempo.

Dos décadas después, el SUV alemán, además de crear escuela entre las marcas Premium, sigue siendo un claro objeto de deseo. No solo lo hace por el marchamo de glamour, tecnología y deportividad que imprime esta marca, sino también por las muchas virtudes de un concepto de coche que desde su lanzamiento siempre ha marcado tendencia.

Es lo que ocurre ahora con la actualización que ha sufrido la tercera generación. Si nos fijamos en el continente parece que no se ha tocado nada. Sin embargo, no tardamos mucho en percibir que la estética en general refuerza sus características con unas elaboradas firmas lumínicas, como por ejemplo la posterior que va de extremo a extremo, paragolpes diferentes, pasos de rueda más anchos y unas ópticas HD Matrix LED opcionales que ofrecen una luminosidad excepcional.

Un interior tan digital como deportivo

Por dentro, la digitalización se impone con unos cambios de estilo más evidentes y contundentes, siempre adornados de la deportividad que caracteriza a este fabricante.

Las pantallas digitales se han cambiado (puede incluir hasta tres incluida la nueva para el pasajero) la llave de arranque se sustituye por un pulsador (a la izquierda de la columna de la dirección como siempre) y el cambio igualmente adopta una pequeña palanca para situarse a la derecha del tablero de instrumentos y dejar más hueco entre los asientos.

En el apartado mecánico, el actualizado Cayenne cuenta con dos versiones térmicas convencionales (353 y 474 CV) y tres híbridas enchufables que arrancan con el E-Hybrid de 470 CV probado y terminan con los 739 CV del imbatible Turbo E-Hybrid.

Lo más notable de esta evolución es el aumento de autonomía en modo totalmente eléctrico que, gracias a una batería de 25,9 kWh más grande, permite (según la marca) realizar 90 kilómetros (unos 70 reales), una cifra que ya permite alguna que otra licencia de cara a movernos sin consumir un litro de gasolina en un uso diario convencional.

Una vez en marcha, el E-Hybrid para nada se comporta como una versión de acceso. Claro está, sus casi 500 CV no pasan desapercibidos y la respuesta es bastante contundente en toda la gama de revoluciones.

Además tenemos la posibilidad de elegir entre varios modos de conducción que se manejan fácilmente a través del mando giratorio que incluye el volante.

De este modo, puede ser todo lo civilizado o fiero que nosotros queramos con la tranquilidad de contar con la fuerza necesaria hasta para conducir sin complejos.

Altas cualidades dinámicas

El chasis, por su parte, es un prodigio de equilibrio para un coche que pesa 2,5 toneladas y mide 4,93 metros de largo. La nueva amortiguación y la generosa monta de neumáticos (con llantas de 21 pulgadas en esta unidad) dan para mucho con un elevado paso por curva que impresiona.

Los balanceos de la carrocería, por otro lado, pasan prácticamente desapercibidos sobre todo si optamos por la suspensión neumática como la presente en nuestra unidad de pruebas.

Las sensaciones son a la carta. Brilla el confort de marcha y, si así lo deseamos, podemos dar rienda suelta al pedal del gas con unos límites difíciles de adivinar.

Todo un diez en este apartado para un SUV que, como no podía ser de otra forma, no renuncia al ADN tan especial de una marca que lo es todo en el mundo del automóvil.

Y llegamos al precio que es de 112.507 euros con la carrocería estándar y de 115.532 euros en el caso del coupé.ensayado. Lógicamente el Cayenne no es un coche al alcance de cualquier bolsillo pero, al menos para nosotros, vale lo que cuesta por muchas razones.

Destacaríamos su apariencia tan singular, elevadas y deportivas cualidades dinámicas o soberbia calidad de realización, aderezado todo ello con unos equipamientos que parecen no tener fin para disfrutar de un coche a la carta.


Source: Coches

Share Button

por admin