Si hay un segmento que ha despertado el interés de Volkswagen, sin duda es el de los SUV de tamaño pequeño o compacto, ya que no oferta uno o dos modelos, sino tres: el Volkswagen T-Cross, el T-Roc y ahora el Taigo. Los tres tienen similitudes, pero obviamente cada uno tiene sus propias características, de modo que el potencial cliente no necesita mirar a otras marcas para encontrar lo que quiere.
Y si el T-Cross y el T-Roc ya han demostrado “músculo” comercial –casi 30.000 unidades matriculadas en 2021 en España–, del nuevo Taigo se espera lo mismo, con el valor añadido de que se fabrica en la planta de Landaben, en Navarra, para toda Europa.
Tras acudir en su día a la presentación, y ahora que hemos probado la versión más potente con detenimiento, solo podemos decir que el planteamiento del coche es perfecto. Primero y principalmente por su imagen, la de un atractivo crossover; segundo por la elección de eficientes mecánicas para impulsarlo, aunque sean de la ahora tan denostada gasolina, y tercero porque también es un coche práctico.
Con 4,2 metros de longitud, el Taigo es de tamaño similar a un Golf y supera en esta cota al T-Roc –que a su vez es más ancho–, y desde luego es más bajo que este y que el T-Cross, el cual es 15 cm más corto.
Silueta tipo coupé
Del diseño destaca obviamente el perfil afilado y la zona posterior del techo descendente, que le da un atractivo aspecto de coupé, pero también la solución de la zaga, compacta y con un ancho bloque lumínico unido entre sí. El frontal, por su parte, es fuerte y rotundo, y los paragolpes de la versión R-Line tienen un llamativo acabado en negro brillante.
Por dentro el ambiente es típicamente Volkswagen, sobrio y de calidad tanto a la vista como al tacto. El cuadro de instrumentos es digital (en este caso el Digital Cockpit Pro de 10,25 pulgadas), y en en el centro, encastrada en el salpicadero, se ubica la del sistema multimedia MIB3 de última generación, de alta resolución y con 8 pulgadas (9,2 opcionalmente).
El primero se configura al gusto desde el volante y el sistema de infoentretenimiento permite multitud de ajustes, pero se maneja con sencillez y es fácil llegar a donde queremos. Debajo de los aireadores están los mandos independientes del sistema de climatización, que son capacitivos, no por pulsador, lo que requiere cierta adaptación. En la consola central, junto a la palanca del cambio, se ubica el botón de arranque y el selector de los perfiles de conducción.
Otro elemento destacable del Taigo R-Line es su tapicería específica, que resulta muy atractiva, y en cuanto al espacio disponible en las plazas traseras, es algo justo para tres adultos, pero ideal para dos. Además, el diseño no penaliza el espacio a la altura de la cabeza, excepto que los ocupantes superen 1,9 metros de altura.
El maletero, un elemento siempre importante, con sus 440 litros es muy superior al del T-Cross con la configuración de asientos estándar y solo 5 litros más pequeño que el del T-Roc, de modo que da mucho juego y además los asientos son abatibles –en dos secciones– si hay más necesidad de carga.
Al volante
En cuanto a la conducción, al ser un coche de tamaño compacto, en ciudad se defiende perfectamente. La posición al volante es algo más elevada que en un turismo, pero no tanto como en otros SUV.
El motor, un TSI gasolina de cuatro cilindros en línea, 1,5 litros y 150 caballos no es ruidoso ni se filtra mucho ruido al interior. Como única opción en el Taigo, se combina con el cambio automático DSG de 7 velocidades, el cual se gestiona a través de la palanca o mediante unas levas en el volante para pasar de marcha de forma manual.
Los modos de conducción son los clásicos en Volkswagen: Eco, Normal, Sport e Individual (configurable), pero con 150 caballos a disposición del conductor siempre hay suficiente potencia disponible. El modo Eco permite la desconexión de cilindros, cuando su actuación no es necesaria, para reducir el consumo, mientras que en el otro extremo está el modo Sport para dar muy buena respuesta desde bajas revoluciones.
El coche muestra un buen aplomo en carretera, y además se sirve del bloqueo electrónico del diferencial XDS (de serie en esta versión) para hacerlo más efectivo en zona sinuosas. También tiene un tacto algo más deportivo que los SUV al uso, pero principalmente destaca por un rodar plácido y confortable, sobre todo en carreteras abiertas o autovías.
En el apartado de consumo, la media obtenida en la prueba, mayormente a ritmos tranquilos y con un 60% de uso por carretera y un 40% por ciudad, ha sido de 6,9 litros, una cifra en línea con la naturaleza del coche y el potencial de su motor.
La calidad tiene un precio
El precio del Volkswagen Taigo 1.5 TSI R-Line, la versión más alta de la actual gama, es de 31.820 euros, que para un producto de calidad y polivalente como este, no es desmedido, aunque tampoco está al alcance de todos los bolsillos.
A cambio tiene un equipamiento de serie elevado, con luces IQ.Light matriciales y adaptativas, llantas de 17 pulgadas, lunas traseras oscurecidas, sistema de acceso y arranque sin llave, tapicería específica, iluminación ambiental, cuadro digital, sistema multimedia con conectividad inalámbrica para smartphones o climatizador bizona. Por supuesto, la tecnología de ayuda a la conducción también está presente, en este caso con un sistema Travel Assist que integra, entre otros elementos, control de crucero adaptativo, guiado de carril y alerta y asistente de frenada.
FICHA TÉCNICA
Motor: gasolina.
Potencia (kW/CV): 110/150.
Cambio: automático, 7 velocidades.
Largo (mm): 4.266.
Ancho (mm): 1.757.
Alto (mm): 1.515.
Maletero (litros): 440.
Velocidad máxima (km/h): 212.
De 0 a 100 km/h (seg.): 8,3.
Consumo medio (l/100 km): 6,1.
Emisiones CO2 (gr/km): 138.
Precio (euros): 31.830 euros.
Source: Coches