Jue. Nov 14th, 2024

La división más deportiva del fabricante bávaro no podía ni despreciar ni pasar de puntillas por el mercado de los coches eléctricos. Y como ya es habitual, e independientemente del tipo de energía empleada, aplica también en este caso su intocable receta de vitaminas en forma de muchos caballos aliñada con una puesta a punto del chasis simplemente de referencia.

Ejemplos de su buen hacer en este sentido hay para aburrir y el i4 M50 que ha pasado por nuestras manos no nos ha dejado indiferentes por mucho que tenga que estar conectado a un enchufe de por vida.

544 caballos de potencia

Dos motores eléctricos, uno en cada eje, y una batería de 83,9 kWh animan a esta berlina de 4,78 metros de longitud que anota 544 CV de potencia y una autonomía de 519 kilómetros. Datos que, luego en la práctica, se corresponden con lo que ya imaginábamos encontrar en un “M”, un coche que vuela a ras del suelo (es capaz de pasar de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos) ofreciendo unas sensaciones que podrían pasar por las de un motor térmico sino fuera por el silencio de marcha o por la respuesta tan lineal, pero sumamente poderosa que ofrece.

La amortiguación adaptativa, la tracción a las cuatro ruedas o la precisión de la dirección asistencia que monta ayudan sobremanera a conducir de una forma deportiva con un paso por curva que pone los pelos de punta.

Si nos fijamos ahora en los consumos, este M50 se defiende a las mil maravillas dado el potencial disponible. En nuestra prueba, y en los momentos puntuales que hemos abusado del pedal del gas, se conforma con 26 kWh que en condiciones de uso normales pueden bajar hasta los 22 kWh, registro este último que no está nada mal.

Deportividad asegurada

En cuanto al resto de apartados, esta berlina del tipo coupé destaca, como ya es una constante en la marca, por una gran presentación interior aportando una terminación soberbia (con detalles de fibra de carbono incluidos) y un sofisticado estilo que enseguida entran por los ojos.

Los asientos, por ejemplo, sujetan el cuerpo a las mil maravillas y los distintos mandos presentes a nuestro alrededor están ubicados para que su manipulación resulte tan cómoda como sencilla.

Dispone, como no podría ser de otra forma, de dos pantallas digitales (de 12,3 pulgadas la que aloja la instrumentación y de 14,9 pulgadas la del infoentretenimiento) que incluyen un sinfín de funciones para tener todo bajo control.

La habitabilidad, por su parte, es correcta, sin más, y por debajo de lo que suele ser la norma en otros coches eléctricos de su tamaño y configuración. Las plazas traseras son bastante justas y para no más de dos pasajeros, pues tres ya no se encuentran tan cómodos. Con 470 litros de capacidad, el maletero es muy homogéneo en sus formas y suficiente para afrontar un largo recorrido.

Un precio de 80.000 euros

Estéticamente la berlina alemana desprende el halo de deportividad esperado. Despuntan las llantas de 20 pulgadas, las distintas tomas de aire repartidas por toda la carrocería, el exclusivo carenado del paragolpes trasero (eso sí, sin tubos de escape) o el de los espejos exteriores y los logotipos de “M” para que enseguida identifiquemos el “bicho” que tenemos enfrente.

Para finalizar solo nos haría falta referirnos al precio que, como más de uno ya se habrá imaginado, no está al alcance de todos los bolsillos. Esta versión se vende por 79.550 euros (la de acceso a la gama se queda en 57.350 euros) que es elevada en términos absolutos, pero nada desorbitada para ese usuario que quiera y pueda adquirir un coche exclusivo, deportivo y con todo el encanto que supone lucir la letra “M” de la división más prestacional de la marca bávara.


Source: Coches

Share Button

por admin