Olvídate del Opel Frontera que conocías hasta ahora. El Frontera todoterreno es una cosa del pasado, porque el Frontera de hoy, es un SUV de 4,38 metros de largo, sin tracción total y que va directo a por sus rivales con un argumento de peso bajo el brazo: la economía.
Y es que Opel ha trabajado con este nuevo Frontera un concepto que ellos gustan de llamar ‘Detox’ pero que, en realidad, es más ‘low cost’. Nosotros ya hemos podido probarlo en su presentación internacional y, aunque sólo ha sido una primera toma de contacto, estas son las claras conclusiones que hemos sacado.
1. Sencillez por bandera
Si buscas calidad de construcción, materiales de primera o elementos de tecnología punta; el Frontera no es tu coche. Los plásticos duros abundan en todo el habitáculo, y tiene en esto más en común con su abuelo el Frontera original, que con un Mokka nuevo, por ejemplo. Sin embargo, es cierto que la durabilidad de este tipo de materiales es superior, y en un coche que ha sido pensado, esencialmente, para familias, que tenga plásticos duros y no piel ni Alcantara que estropeen tus hijos al tercer día, puede ser un aspecto no tan negativo.
En el exterior también se puede apreciar el carácter sencillo del nuevo Frontera, ya que en las versiones Mild-Hybrid encontramos hasta llantas de chapa con mucho balón de neumático; cómodo para el día a día, también hay que decirlo.
2. Etiquetas Eco y Cero
El nuevo Frontera llega al mercado español con tres opciones mecánicas; dos de ellas con etiqueta medioambiental Eco de la DGT y otra con la Cero. Las dos primeras cuentan con tecnología Mild-Hybrid de 48 V, una con 100 CV y la otra con 136; ambas con una transmisión automática de seis relaciones asociada. Estas, las Mild-Hybrid, son las que más nos han gustado durante la prueba, por su sencillez de uso y por la configuración que tienen, con posibilidad de tener 7 plazas.
Por otro lado, también se ofrece una variante 100% eléctrica, esta con 113 CV de potencia, una autonomía homologada de 305 kilómetros y la mencionada pegatina Cero. Ya más adelante, sobre el mes de marzo de 2025, llegará una versión eléctrica con algo más de batería (53 kWh en lugar de los 44 kWh que tiene la actual), lo que resultará en un alcance mayor, de unos 400 kilómetros.
3. Puede tener 7 plazas
Como es primo hermano del Citroën C3 (y del C3 Aircross), el nuevo Opel Frontera puede ofrecer hasta 7 plazas en su interior por el módico precio de 900 euros extra. Es cierto que esta variante para 7 ocupantes únicamente podrá pedirse en las versiones Mild-Hybrid, pues la 100% eléctrica no es capaz de alojar los asientos adicionales por el espacio que ocupan las baterías bajo el suelo.
Si no se necesitan las 7 plazas, el Frontera de serie viene con 5 asientos y un maletero de 460 litros de capacidad.
4. El confort es uno de sus puntos fuertes
Puede que el nuevo Frontera sea un coche no tan refinado como otros hermanos de la gama Opel como pueda ser un Grandland, pero no renuncia a un confort de marcha que incluso nos ha sorprendido para bien. Y es que, por ejemplo, el aislamiento sonoro en marcha ha resultado ser mejor de lo esperado, con poco ruido del aire y de la rodadura. Asimismo, la suspensión es confortable, especialmente a su paso por resaltos o imperfecciones de la carretera, con un tarado muy bien ajustado entre dureza y comodidad, haciendo que tampoco se incline en exceso en curva.
También merecen la pena una mención sus asientos, que en la zona delantera tienen hendiduras en la banqueta para aliviar la presión sobre el coxis y la espalda. Y en la fila trasera nos encontramos con un generoso espacio para los ocupantes.
5. Tecnología justa pero correcta
En su interior no encontrarás lo último en tecnología, de hecho, es bien básico en su acabado de entrada Edition, ya que no tiene ni pantalla central, sino que nos encontramos con un soporte para el teléfono móvil. Ya un escalón por encima, en el nivel de equipamiento GS, el Frontera monta una pantalla central táctil de 10 pulgadas y un cuadro de instrumentos digital de idéntica medida. Se añaden a esto un cargador inalámbrico para el móvil y hasta 4 salidas USB-C, con dos de ellas en la parte trasera.
6. Hay detalles a pulir
Una cosa es hacer una orientación ‘low cost’, como ha sabido hacer extremadamente bien otra reconocida marca como Dacia, y otra es tener elementos mal terminados. No sabemos si es cosa de las unidades que probamos en su presentación o no, pero nos sorprendieron elementos como rebabas en zonas de plásticos interiores con un tacto que raspa, un vano motor que no recibe ni pintura, gomas de los bordes de las ventanillas mal alineadas, un cuadro de instrumentación digital que dejó de mostrarnos la velocidad a la que circulábamos… Este tipo de cosas hacen que el producto desluzca mucho, pues no importa lo bien que vaya el motor, lo cómodo que sea en marcha o el espacio tan versátil que tenga si este tipo de detalles opacan el resto. Son estos pequeños detalles los que marcan la diferencia para un cliente entre dos productos con precios similares.
7. Precio
Y llegamos al factor que lo pone todo en su sitio: el precio. Con un acceso desde 24.300 euros para la variante Mild-Hybrid de 100 CV, 25.500 para la de 136, y 29.900 para el 100% eléctrico, no parece, al menos a priori, un precio muy asequible. Ahora bien, a estos debemos aplicarles los descuentos de la marca, por lo que el Mild-Hybrid de 136 CV se queda en 23.000 euros y el 100% eléctrico de 113 CV en 17.500 (el Mild-Hybrid de 100 CV no entra en las ofertas de Opel), una cifra bastante más asumible y acorde a lo que ofrece.
Source: Coches