Hay muchos signos que pueden ponernos en alerta sobre el estado de salud de nuestro coche. Pequeños ruidos, vibraciones, olores… Hay que estar siempre atento a estos síntomas, ya que pueden ser indicativos de una avería mucho mayor o de un grave problema mecánico en el interior del vehículo.
El humo que expulse nuestro coche por el tubo de escape está dentro del abanico de señales que nos avisan de que algo le sucede al coche (y no precisamente bueno). Aunque si el humo es de tonalidad blanquecina puede deberse, simplemente, a la condensación, otros colores pueden estar provocados por un daño serio.
El RACE explica que si el humo que expulsa el escape de nuestro coche es de color azul puede ser o bien por una avería (que califican de grave) o la falta de mantenimiento, o bien porque ya tiene muchos kilómetros a sus espaldas y está acusando la edad.
El humo azul es mala señal
El Real Automóvil Club señala que, si el coche tiene más de 15 años, el humo azul esté seguramente provocado por un desgaste de las piezas del motor. Es posible que, en este tipo de vehículos, además, el aceite se haya filtrado por los segmentos o los retenes de válvulas que están en la culata.
Otra avería muy común, no especialmente en coches tan viejos, es que el aceite se haya filtrado al motor por los cojinetes de fricción en los motores turboalimentados, ya que estos cogen holgura con el paso del tiempo. El humo resultante después de que el aceite se queme en el motor sería entre azulado y blanquecino. Si nos encontramos ante este tipo de avería y hubiera que sustituir el turbo, nos enfrentaríamos a una reparación de entre 1.000 y 3.000 euros.
Cuando se trata de un motor sin turbo, el hecho de que se queme aceite indica que el motor está llegando al final de su vida útil, avisan desde RACE. Habría que mirar el desgaste de los retenes o los segmentos, lo que supondría abrir el motor por la culata e implicaría un gasto más que considerable.
Source: Coches
