Los neumáticos son como unos buenos zapatos: hay que saber elegir qué tipo nos conviene en cada ocasión y todo va a depender del suelo que se vaya a pisar. No es lo mismo caminar, o circular, por asfalto en verano, en condiciones de nieve o lluvia, o por tierra. Así pues, deberíamos montar los neumáticos más adecuados para nuestro vehículo y las condiciones atmosféricas que nos acompañen al igual que escogemos los mejores zapatos para poder caminar con comodidad.
Hay tres grandes grupos de neumáticos entre los que elegir: los de invierno, los de verano y los all season o para todo el año. ¿Qué deberíamos tener en cuenta a la hora de escoger entre uno u otro? Pues su comportamiento ante diferentes condicionantes del asfalto y, por ende, el tipo de clima de la zona en la que vivamos.
Neumáticos de invierno, de verano y para todo el año
Los neumáticos de invierno tienen un dibujo más profundo y están diseñados con laminillas para proporcionar una mejor tracción en terrenos nevados. Su rango de temperatura óptimo está por debajo de los 7 grados y son ruedas homologadas para circular sin cadenas.
Las ruedas de verano, por el contrario, funcionan a la perfección con temperaturas superiores a los 7 grados centígrados y sobre asfalto seco. Tienen una gran adherencia en este tipo de pavimentos y soportan mejor el desgaste del calor. También tienen un comportamiento óptimo sobre el pavimento mojado (que no nevado) ya que su diseño facilita una buena evacuación del agua.
Por último, los neumáticos all season son útiles en condiciones no muy extremas durante todo el año. Gracias a su composición y su dibujo tienen un buen comportamiento en pavimentos mojados o nevados, están homologados para circular sin cadenas (aunque no todos, hay que fijarse en la etiqueta) y soportan igualmente las temperaturas altas. Aún así, no están diseñados ni llegan a tener el mismo rendimiento en condiciones extremas de frío o calor como las ruedas específicas para estas temporadas.
Comportamiento de los neumáticos en calor y nieve
Los expertos de Confortauto han evaluado en varios test el comportamiento de estos diferentes tipos de neumáticos. En situaciones de pavimento nevado a la velocidad de circulación adecuada (40 km/h), los neumáticos de invierno tienen una frenada de 16,5 metros, el mejor resultado seguido por los 17,7 metros de los all season. Sin embargo, en pavimento seco y a 100 kilómetros por hora, los neumáticos de invierno necesitan 44,1 metros para frenar en comparación con los 36,6 de las ruedas de verano.
Así, se ve que los neumáticos de invierno son aptos para periodos de frío con condiciones de nieve, hielo o aguanieve mientras que los de verano son para la temporada cálida con buenas condiciones climáticas.
Por otro lado, los all season tienen un comportamiento intermedio en ambas condiciones, sin llegar a ser los que mejores prestaciones presentan en ninguna. En condiciones de nieve necesitan 17,7 metros para frenar mientras que en el test de verano la distancia llegó hasta los 41,9 metros, Por esta razón, lo mejor es utilizarlos cuando las condiciones climáticas sean estables y no lleguen a ningún extremo o cuando no se puedan montar neumáticos de invierno o verano indistintamente cuando se necesiten.
Source: Coches