Los coches eléctricos están ganando un protagonismo indudable en la movilidad urbana desde hace varios años, y es que la normativa tanto en España como en Europa va encaminada a favorecer la compra de este tipo automóviles propulsados por baterías. En Estados Unidos, la situación con estos vehículos está muy tensa tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y su unión con el fundador de Tesla Elon Musk, pero en el país hay una zona en la que solo se permite la circulación de coches diésel y su limitación no tiene nada que ver con el presidente.
En la parte occidental de Estados Unidos hay una gran área que trasciende el territorio de hasta tres estados en la que la legislación automovilística es tremendamente restringida y, por peculiar que pueda parecer, tiene un espíritu radicalmente opuesto al de las normativas que se están estableciendo alrededor del planeta, como las Zonas Bajas de Emisiones (ZBE): en esta zona, llamada comúnmente como ‘The Quiet Zone’, solo pueden circular coches diésel, no de gasolina ni eléctricos.
La National Radio Quiet Zone, en Estados Unidos
La llamada National Radio Quiet Zone es una descomunal zona rectangular de unos 34.000 metros cuadrados establecida en los estados de Virginia Occidental, Virginia y una pequeña parte de Maryland. En el corazón de esta curiosa área se encuentra el Observatorio Green Bank y la Sugar Grove Station, una sede de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de los Estados Unidos, por lo que en ella se realizan numerosas investigaciones científicas y de defensa de una enorme importancia.
La mayoría de transmisores de esta zona deben operar con baja potencia, por lo que en un radio de 16 kilómetros hay varias restricciones para el uso del móvil, el wifi y otros aparatos que puedan causar interferencias en los trabajos que allí se realizan, incluido el del mayor radiotelescopio dirigible del mundo, que está en Green Bank. Estas prohibiciones afectan a la población de Strauton y Harrisonburg, pero, ¿por qué los vecinos de ambas ciudades solo pueden circular con coches diésel desde 1958? La respuesta reside en la combustión del carburante.
Los coches de combustible diésel detonan el carburante mediante la comprensión del aire dentro del propio cilindro, mientras que en el caso de los vehículos de gasolina ese proceso se realiza con una chispa provocada por una bujía. De esta manera, este tipo de automóviles causan muchas menos interferencias que los propulsados por gasolina o los que son eléctricos, de ahí que esté vigente esta curiosa restricción.
Source: Coches
