Sáb. Dic 21st, 2024

Durante el verano, el número de desplazamientos en España se multiplica debido, sobre todo, a dos factores: los viajes hacia los destinos de vacaciones y el calor, y es que las altas temperaturas hacen que muchos conductores opten por llegar con su automóvil a los sitios en lugar de ir andando. Por ello, es importante saber cómo puede afectar el clima al vehículo en esta temporada estival, aunque también los efectos que aparecen después.

Hay muchas piezas del coche que sufren sobremanera durante los meses de verano, como el motor, el turbocompresor o el sistema de frenos. Otro de los elementos del vehículo que puede ver afectado su rendimiento con el calor es la batería del coche, la cual se resiente mucho con las elevadas temperaturas. Eso sí, no muchos saben que es en otoño cuando la mayoría de problemas aparecen en el acumulador, y que es una de las averías más comunes en la carretera.

Los problemas de las baterías del coche en otoño

Las altas temperaturas hacen que la batería se descargue más rápido y, por ende, la pieza acumule más deterioro. Además, el calor extremo hace que se sobrecaliente en exceso, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de horas que el coche se pasa en carretera o incluso aparcado fuera de los garajes. Todo ello contribuye a que el acumulador se desgaste más de lo debido y que la amenaza de una avería sea más grande.

El sobrecalentamiento, combinado con el excesivo número de kilómetros recorridos con el automóvil en verano, hace que con la bajada de las temperaturas y la llegada del otoño la batería no sea capaz de funcionar a pleno rendimiento, y que en cualquier momento pueda fallar. Por ello, es a partir de septiembre cuando hay que estar más pendientes del acumulador para detectar cualquier posible daño en él y así evitar quedarte tirado en medio de la carretera.

Si quieres que evitar que el ácido de la batería se seque más rápido y, por lo tanto, alargar la vida útil del acumulador, lo mejor es intentar que el coche se mantenga a una temperatura óptima. Para ello siempre es una buena opción estacionarle en un párking, o si no hay ninguno cerca siempre debes buscar alguna plaza de aparcamiento en la que dé la sombra. Otra manera de mantener el vehículo fresco es usar el aire acondicionado (aunque no en exceso) y abrir las ventanillas para que entre el aire en el habitáculo.


Source: Coches

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por admin