En España, podemos observar a los diferentes vehículos mostrar algún que otro signo preocupante cuando un elemento o pieza del mismo no funciona de forma correcta o está próxima a sufrir algún que otro grave. Para evitar este tipo de escenarios, o al menos evitar que se repitan con frecuencia, es recomendable mantener un cuidado exhaustivo de nuestro coche.
A continuación, os detallaremos las diferentes opciones de colores que puede adoptar el humo que sale por el tubo de escape del automóvil y, además, explicaremos las posibles consecuencias, el método de actuación y el significado del mismo.
Humo blanco
En primer lugar, nos centraremos en el humo que sale al exterior desde el tubo de escape. En este caso, el culpable de este escenario es debido a la quema de líquido refrigerante, por lo que saldrá al exterior una especie de humo denso y no desaparecerá hasta que transcurra cierto tiempo.
El origen, en la mayor parte situaciones, puede ser debido a la junta de la culata: el líquido que entre en el motor se quemará, habrá un aumento de la temperatura y el rendimiento será mucho menor. Por otro lado, aunque esta escena es menos habitual, el humo blanco puede aparecer por problemas en el circuito de refrigeración o radiador.
Humo gris
Si nos encontramos ante un escenario donde podemos observar humo gris saliendo de la parte trasera de nuestro coche, debemos tener en cuenta que es un problema relacionado con un excesivo quemado de aceite o, por otro lado, con el turbocompresor. El sistema de ventilación del cárter también podría ser la causa, pero tiene menos probabilidades que las primeras situaciones citadas.
El simple hecho de tener que enfrentarnos a un mal funcionamiento de los distintos elementos o a un simple atasco iniciará una presión dentro de los elementos que provocará distintas fugas de aceite. Por ello, es aconsejable sustituir las válvulas PCV y revisar el nivel de aceite de forma periódica para detectar, y evitar al mismo tiempo, futuros problemas.
Humo negro
El humo negro nos indicará que el coche está sufriendo posibles errores en los inyectores o filtro del aire o, por otro lado, nos estará ‘chivando’ una quema excesiva de combustible. El origen de este color es debido a la mezcla del aire con diésel o gasolina y su incorrecto funcionamiento.
Aunque no lo creamos, esta escena es muy habitual y solo tendrás que observar en el paragolpes o diferentes elementos de la parte trasera cómo el residuo quedará incrustado en estos elementos, por lo que es recomendable acudir a tu taller más cercano para revisar con detenimiento el posible error que se produce ante esta situación.
¿Cuál es el color que más debe preocupar?
Ni blanco, ni negro y tampoco gris… el color que más debe preocupar a los conductores es el humo azul, el cual nos indicará que se está quemando más aceite de lo normal debido al continuo desgaste de los anillos del pistón o de los sellos de la guía de válvulas, además de generarse por problemas relacionados con el soplado del turbo. Por ello, es recomendable revisar de forma periódica el nivel de aceite.
Source: Coches