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- La versión más básica, con tracción en las cuatro ruedas, cambio automático y motor gasolina de 211 CV, tiene un precio de salida de 52.000 euros.
- Su equipamiento de serie es abundante, con tapicería de símil-piel, cámara trasera, suspensión deportiva y portón automático.
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- FOTOGALERÍA: El Mercedes-Benz GLC Coupé, en imágenes.
El Mercedes-Benz GLC Coupé es un derivado de la serie GLC, con otro estilo de carrocería y con una suspensión de serie que coloca la carrocería un centímetro y medio más cerca del suelo, lo que le aporta al vehículo algo más de agilidad en curva, pero le resta comodidad. Está a la venta en su versión más básica, con motor gasolina de 211 CV, a partir de 52.000 euros, aunque la variante AMG, de 367 CV, parte de 72.500 euros.
Las versiones equivalentes en el GLC convencional tienen una diferencia de precio de entre 3.100 y 4.800 euros, aunque en la gama Coupé el equipamiento de serie es más abundante: incluye tapicería de símil-piel, cámara trasera (imagen), portón automático y suspensión deportiva (ficha comparativa de equipamiento).
En comparación con sus alternativas en el mercado, tomando como referencia la versión diésel más potente (258 CV, igual que el Porsche Macan de menor potencia), el GLC tiene un precio de salida de 64.550 euros, casi 3.000 por encima de la versión de BMW X4 equivalente y cerca de 4.000 por debajo del Macan. En cuanto a la potencia, el Jaguar F-PACE más similar es el de 300 CV, con un precio 2.950 euros inferior al GLC (ver comparativa).
El diseño del GLC Coupé lo convierte en un competidor directo del BMW X4. Comparten el concepto de vehículo con carrocería tipo todoterreno enfocado de cierta forma a una conducción ágil, a lo que también se aproximan el Macan y determinadas versiones del F-Pace. Pese a ello, no llega a ser un coche deportivo, aunque sí permite rodar rápido en curvas.
Esta gama es más larga y más baja que la GLC convencional, y aunque el espacio para las piernas y la anchura del habitáculo son idénticas, la caída que hace el techo resta espacio en la parte trasera, aunque sin impedir que puedan viajar con comodidad personas de una estatura superior a la media. El maletero tiene un volumen de 500 litros, 50 menos que el GLC e igual que el X4, aunque la forma del portón impide colocar bultos muy grandes o verticales. Aun así, los asientos se abaten para ganar capacidad de carga (imagen).
Todas las variantes de la gama GLC Coupé tienen tracción total permanente (4MATIC) y caja de cambios automática de nueve velocidades, excepto la versión híbrida, con cambio de siete relaciones. Apenas hay diferencias entre las prestaciones y consumo de GLC y GLC Coupé.
Hemos podido probar la versión 250d durante unos 2.000 kilómetros. Tiene un motor diésel de cuatro cilindros del que apenas se perciben vibraciones en el habitáculo. No es especialmente silencioso, pero tampoco llama la atención su ruido. El consumo medio durante esta prueba ha sido de 8,5 litros cada 100 kilómetros, un buen dato teniendo en cuenta el uso realizado (ver vídeo).
La suspensión deportiva que va de serie en el GLC Coupé es opcional en la gama GLC. Mercedes-Benz la llama ‘tren de rodaje deportivo’, y tiene dureza fija, aunque hay otros dos sistemas de suspensión opcionales: el ‘Dynamic Body Control’, con amortiguadores de dureza variable mecánicamente, por 1.314 euros; o el Air Body Control, con muelles neumáticos, por 2.653 euros.
No es el coche ideal para superar obstáculos fuera de carretera. Las cotas todoterreno del GLC Coupé son peores que las del GLC convencional, y además no tiene opción a incluir el paquete ‘Off Road’, lo que le ayudaría en este aspecto. Pierde en esta comparativa ante modelos como el BMW X4, con mayor altura libre al suelo y sistema de control de descenso de pendientes o el F-PACE, también más alto y con un sistema que ayuda al avance en terrenos con poca adherencia llamado ‘All Surface Progress Control’.
El abanico de opciones de equipamiento extra es grande, aunque puede aumentar mucho el precio del coche ya que muchos elementos se ofrecen en paquete y no individualmente. Por ejemplo, la detección de vehículos en ángulo muerto cuesta 2.930 euros porque viene junto al programador de velocidad activo, el aviso por cambio involuntario de carril y el sistema PRE-SAFE PLUS. Además, hay elementos opcionales que van de serie en coches de precio muy inferior, como la apertura sin llave o la conexión automática de luces largas.
Aunque el GLC Coupé todavía no está disponible, hemos calculado el precio de una póliza a todo riesgo sin franquicia para un GLC AMG de 367 CV con el comparador de seguros de 20MINUTOS.ES, de forma orientativa. La tomadora sería una mujer de 40 años, separada, residente en Madrid y con más de 20 años de experiencia al volante sin haber tenido ningún siniestro. El coche, que dormiría en garaje individual, tendría un uso diario y previsión de recorrer entre 15.000 y 20.000 kilómetros al año. Para este supuesto, el mejor precio lo ofrece Génesis, con una póliza de 2.289 euros al año. Tiene una calidad de 8,64 sobre 10 y una relación calidad-precio de 6,85.
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Source: Coches
