LUCÃA CARMONA CASTRO
- Los ganadores de este torneo tan insólito se han llevado un premio de 100.000 rublos, unos 1.600 euros.
- La mecánica del juego es que el coche se frene lo más cerca posible de la diana pintada en el hielo.
Quién iba a pensar que el curling, un deporte originario de la Escocia medieval, llegaría a practicarse con coches… ¿Los culpables? Estos jugadores rusos a los que no les falta imaginación.
La mecánica del juego consiste en empujar al miembro del equipo que se pone al volante con el objetivo de que el coche se frene lo más cerca posible de la diana que hay pintada sobre el hielo. En esta primera edición del torneo han participado cuatro equipos. ¿El premio? Un cheque de 100.000 rublos, unos 1.600 euros.
«Nos llevó un mes preparar el torneo», ha señalado Tass Galina Kirkach, la organizadora del evento, a Russia Today. «Tuvimos que comprar seis coches, cada uno en un estado distinto, y quitar los cristales y los motores para que se deslizaran mejor por el hielo», añadió.
El curling original es un deporte de precisión y de equipo, con cierto parecido a los bolos ingleses y a la petanca, que se practica en una pista de hielo. Dos equipos de cuatro participantes compiten entre sí deslizando ocho piedras de granito de 20 kg cada una sobre un corredor de hielo de 45,5 metros de longitud y 4,75 metros de ancho. A continuación, un ejemplo de cómo se juega a este deporte.
Source: Coches
