Ya sabíamos de su existencia, pero ahora ya es oficial: los nuevos miniradares, infalibles tanto en distancia como sensibilidad, se llaman Trucam II y ya van a bordo de diferentes vehículos para vigilar todo lo que suceda en carretera. Ya están en manos del Servei de Trànsit de la Generalitat de Catalunya y van a ser la nueva arma para controlar los excesos de velocidad y tantas otras infracciones de tráfico.
Su discreto tamaño es uno de sus principales rasgos distintivos. Los radares de los que disponen los Mossos d’Esquadra y que llevan desde la última semana de julio en funcionamiento tienen el tamaño de una pistola láser (difieren en forma al modelo de la fotografía principal) pueden colocarse en los lugares más insospechados, ya que caben hasta en una maleta de moto.
🚓🏍 Trànsit controla els excessos de velocitat des de motos-patrulla amb uns nous radars lleugers
ℹ La Divisió de Trànsit disposarà de 10 d’aquests cinemòmetres, anomenats TRUCAM II, repartits per totes les regions policialshttps://t.co/m8jkvrG6Xb pic.twitter.com/fk65yzJKP8
— Trànsit (@transit) July 21, 2022
De hecho, Trànsit ya ha equipado a diez policías en moto con estos infalibles radares para multar los excesos de velocidad. Igualmente, habrá dos motoristas de paisano con motos camufladas que se dedicaran este mes de agosto a controlar otras infracciones en carretera, especialmente aquellas del colectivo motorista: cambios bruscos de carril, no usar los intermitentes, adelantamientos peligrosos…
De noche y a larga distancia
Algunas de las funcionalidades de estos radares es que consiguen multar los excesos de velocidad a casi más de un kilómetro de distancia, aunque lo harán a unos 200 metros, independientemente de que sea de día o de noche, ya que están equipados con una luz flash infrarroja que ilumina la carretera lo suficiente para que la foto sea válida. Al ser tan ligeros y portátiles, su ubicación puede ser cualquiera, más allá de dónde consigan llegar los coches de policía. Solo hace falta montarlos sobre la parte trasera de una moto o un trípode y dejarlos funcionar.
Además, estos radares portátiles también podrán controlar de manera selectiva la velocidad. Es decir, podrán diferenciar los excesos según tipo de vehículo, que serán capaces de distinguir y discriminar. Por otro lado, sus dimensiones y sus apenas dos kilos de peso los harán imperceptibles para los conductores, siendo su efecto mucho más ‘letal’.
Source: Coches