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Cinturón de seguridad

El coche se compone de una serie de elementos que tienen como misión protegernos en caso de impacto. Cuando conducimos o vamos como ocupantes, siempre hay un ‘ángel de la guarda’ listo para actuar cuando ha sido imposible evitar el accidente. Es lo que denominamos seguridad pasiva. Y entre estos elementos destacan como más eficaces el cinturón de seguridad, los sistemas de retención infantil, los airbags y los reposacabezas.

La seguridad de los ocupantes de un vehículo figura siempre entre las prioridades de cualquier fabricante. La evolución de estos sistemas de seguridad pasiva ha sido evidente, y ha ayudado a salvar muchas vidas y a reducir la gravedad de las lesiones. Los analizamos con más detalle:

Cinturón de seguridad con pretensores y limitadores

El cinturón de seguridad es el elemento que más vidas ha salvado. Es sencillo de utilizar y lo incluyen todos los coches de serie, con la misión de evitar que una persona salga despedida de su asiento cuando se produce un golpe. Además, su uso es obligatorio tanto en las plazas delanteras como traseras. Desde que el cinturón de tres puntos se inventó en el año 1959 por Volvo, ha evolucionado mucho. Ahora incluyen pretensores y limitadores que mejoran la seguridad. Incluso los hay con airbag integrado como el que ha inventado Ford y que se llena de aire comprimido cuando los sensores del vehículo detectan un impacto.

Los pretensores -la mayoría pirotécnicos- tensan la cinta y evitan holguras entre el cinturón y el cuerpo del ocupante, mientras que el limitador de esfuerzo mantiene las fuerzas ejercidas sobre el cuerpo del ocupante según unos valores establecidos, de manera que proteja adecuadamente y evite que el cuerpo se vaya hacia delante más de la cuenta. En el caso de los niños con una altura de hasta 1,36 metros y desde el año 2006, es obligatorio que utilicen un sistema de retención infantil homologado. Su uso reduce en un 75% el riesgo de muerte. Toda la información sobre las sillas infantiles aquí.

El reposacabezas, ¡no te olvides de él!

Cuando se creó en 1950 el reposacabezas era considerado un lujo en los vehículos de la época. En 1969 pasó a ser obligatorio en los vehículos matriculados en Estados Unidos y no fue hasta veinte años después cuando empezó a homologarse en España. ¿Para qué sirve? Su función es evitar o reducir el movimiento ‘vaivén’ de la cabeza en caso de colisión; en otras palabras, evitar que se produzca el latigazo cervical y, por tanto, graves lesiones en el cuello.

Hay reposacabezas pasivos (fijos o integrados a la estructura del asiento) y reposacabezas activos o inteligentes porque se acoplan a la cabeza de manera automática. Es importante colocar el reposacabezas correctamente para que cumpla su función. En este enlace te contamos cómo colocarlo bien.

Cinturón, sillas infantiles, airbags y reposacabezas son los elementos de seguridad pasiva más extendidos y más eficaces. También hay que destacar la función de la carrocería propia del coche en la seguridad de los ocupantes en caso de accidente. En este sentido los vehículos ya incluyen aceros más resistentes y zonas de deformación programada para que el impacto sea menos agresivo. Por otro lado, además de cuidar a los ocupantes, se empieza a proteger al peatón, el usuario más vulnerable de la vía, y ya son muchos los vehículos que ofrecen un sistema de protección de peatones en caso de atropello.

El airbag, la bolsa de la vida

Apenas unos milisegundos tiene de tiempo la tecnología para actuar en caso de accidente. Es el tiempo en el que debe abrirse un airbag. Los primeros airbags se empezaron a ofrecer como opcionales allá por el año 1973. En 1992 apenas el 2% de los coches matriculados en Europa contaba con uno, porcentaje que cambió radicalmente en el año 2006 cuando empezó a ser un elemento obligatorio en todos los coches.

Cuatro son sus funciones: absorber parte de la energía cinética del cuerpo; evitar un impacto contra elementos interiores del coche; reducir el riesgo de heridas producidas por fragmentos de cristal en la cara; y reducir el movimiento de la cabeza para evitar lesiones cervicales. Gracias al avance de la tecnología ahora encontramos diferentes tipos de airbags que protegen diversas partes del cuerpo: hay airbags frontales, laterales, de techo o cortinilla, e incluso de rodilla. Pero una cosa hay que tener clara: el airbag no funcionará eficazmente si no va acompañado del uso correcto del cinturón de seguridad. ¡Toma nota!

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Source: Coches

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por admin