La Comunidad de Madrid está ultimando su estrategia de seguridad vial en las carreteras de la región para el periodo 2024-2030. El gran objetivo del plan, en el que se lleva trabajando desde la pasada legislatura, es reducir a la mitad el número de fallecidos en accidentes de tráfico. Para lograr ese horizonte en seis años, los expertos de la Consejería de Transporte han establecido varias líneas de acción que contarían con un presupuesto de casi 11,5 millones de euros. Algunas inciden en aspectos ya conocidos, como mejorar la señalización o incidir en la formación vial; y otras son pioneras, como la colocación de señales interactivas en cruces peligrosos o la instalación de sensores en los vehículos que envíen información en tiempo real del estado del tráfico o de las infraestructuras.
Esta última iniciativa ya se encuentra en fase de materialización, porque la semana pasada el Gobierno autonómico adjudicó un contrato de 2,6 millones de euros para que sea una realidad a lo largo de los próximos tres años. «Es el primer contrato en España de estas características», aseguran desde la Comunidad, que explica que a través de la instalación de sistemas avanzados de asistencia al conductor -conocidos técnicamente por las siglas ADAS- en los vehículos se podrá conocer el estado de las carreteras y el comportamiento de los usuarios de la vía y utilizar esos datos para mejorar la seguridad.
«Esta técnica convierte a los coches en sensores en tiempo real», destacan desde Transportes. «Las ruedas del vehículo envían información del estado del firme, identificando las áreas que precisan mantenimiento y los ADAS ofrecen valiosos datos sobre las zonas conflictivas que necesitan atención especial», agregan, a la par que subrayan la precisión de este sistema pionero y el máximo nivel de actualización que permite.
No es esta la única novedad que plantea la Estrategia de Seguridad Viaria, que ha estado sometida a consulta pública este verano. El borrador también apuesta por implantar un proyecto piloto de cruces inteligentes en carreteras de titularidad autonómica. Esta línea de acción tendría como finalidad reducir los accidentes en intersecciones peligrosas o con visibilidad limitada a través de la instalación de señales luminosas.
En tiempo real, los dispositivos avisan al conductor que circula por una vía principal de los vehículos que se disponen a incorporarse desde una vía secundaria para que aminore su velocidad si sobrepasa el límite establecido. «Los cruces inteligentes disponen de un sistema sensorización y señalización circunstancial de bajo coste, que se puede aplicar en intersecciones a nivel de vías de calzada única», recoge la DGT en su estrategia de seguridad actual.
En los próximos años también está previsto incidir en la seguridad del colectivo de motoristas ampliando el número de tramos con sistemas de protección pensados especialmente para ellos e implantando en la comunidad el proyecto piloto Trazada Segura. Esta es una iniciativa que contempla la colocación de marcas viales pintadas en la calzada y de señales verticales para ayudar a efectuar la trazada más segura en las curvas.
La estrategia, que cabe pensar que quedará aprobada antes de que finalice el año, también incluye aumentar la formación en materia de seguridad vial para la población en general y para los agentes de policías locales, incidiendo especialmente en este segundo caso en aspectos como la investigación de accidentes. Igualmente se contempla aprobar una ley autonómica de Movilidad Sostenible, a hacer inspecciones a vehículos de transporte en ruta o realizar campañas de concienciación sobre la importancia de un adecuado mantenimiento de los vehículos.
Con estas y otras líneas de trabajo, el Gobierno regional aspira a que en 2030 las carreteras madrileñas se cobren la vida de menos de 25 personas al año. Esta cifra es la mitad de fallecidos que se registraron en 2019, el año que sirve de referencia a la estrategia de seguridad vial madrileña que pronto verá la luz porque la Administración lo considera «el último año representativo estadísticamente» después de las restricciones y los cambios en la movilidad provocados por la pandemia.
Source: Coches
